Por: Richard Jiménez – Ecuador / correo: richmarcelo@hotmail.com / instagram: @pantalones_lectores

A pesar de los escasos datos biográficos, y que el grueso de su obra se encuentre en antologías y periódicos ecuatorianos, esta poeta guayaquileña generó mucho interés en su época.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, tal como refiere el crítico e historiador Isaac Barrera, hubo una suerte de eclosión de poetas líricas mujeres en el Guayas, más que en cualquier otra región del país. Cultoras de una poesía, que, si bien era intimista, buscaba comunicar al público lo sentido. Tales poetas guayaquileñas no escribían para sí, su intencionalidad era recibir opiniones del lector.

Entre estas líricas porteñas es ineludible la mención a Dolores Sucre, y su abordaje de lo heroico y lo patriótico, antologada en la célebre Ojeada Histórico-Crítica de la Poesía Ecuatoriana de Juan León Mera. Destacando también Ángela Caamaño y Ángela Carbo de Maldonado. Siendo el punto máximo Mercedes González, una de las pioneras del modernismo ecuatoriano.

Ángela Caamaño nació en 1830 y falleció el 15 de febrero de 1879. Su familia estuvo muy ligada a la política. Hija de José María Caamaño Arteta y de Dolores Gómez Cornejo; y hermana de José María Plácido Caamaño, presidente del Ecuador durante el periodo 1883-1888.

Al provenir de una cuna acomodada, pudo viajar por Europa y América. Su formación le permitió incluso traducir algunos poemas de Lord Byron, gran pilar del romanticismo.

Antologada en grandes volúmenes de la época, como: Nueva lira ecuatoriana; América literaria: producciones selectas en prosa y verso; Antología ecuatoriana: poetas; La mujer en la sociedad moderna y Poetisas americanas: ramillete poético del bello sexo hispano-americano; entre sus poemas más conocidos están: A la señora doña Mercedes Marín de Sola, A ti y Soneto (homenaje a su esposo José María Fidel Vivero).

Tras enviudar, y según se dijo, embargada de pena, falleció a los nueves meses de que lo hiciera su esposo.

 

 

Traducción de Byron

 

Hay una vida en cuyo estambre místico

Tan enlazada está la vida mía,

Que si el destino con guadaña impía

Cortara alguna, cortará las dos.

Hay una forma dó mis tristes ojos

Siempre encontraron misterioso encanto;

Lleva del sol el brillantino manto.

Y en gratos sueños cambia mi dolor.

Hay una voz que vibra acá en mi pecho

Con timbre tan dulce y tan sonoro,

Que no quiero escuchar celeste coro,

Si en sus voces no alcanzo aquella voz.

Hay una frente donde yo descifro

El profundo secreto de mi vida;

Lloro si hallo mustia y abatida,

Gozo al mirar su plácido rubor.

Hay unos labios… que por mí sonríen,

Que me enseñaron cánticos ignotos,

Y han pronunciado por mi dicha votos

Ante la misma efigie del Señor.

Hay unos ojos, fúlgidos fanales

De irradiación tan bella y bendecida,

Que en las negras tormentas de mi vida

Son mi norte, mi fe, mi salvación.

Y hay dos gemelos, tiernos corazones,

De simultáneo, idéntico latido;

Palpita el uno al otro siempre unido,

Se detienen y escúchanse los dos.

Y así hay dos almas cuya esencia fluye

Cual dos corrientes puras y divinas,

Que al confundir sus aguas cristalinas

Forman un solo piélago de amor.

Y si apartarlas pretendiera un mundo

De amarguras, y escollos, y hondo duelo,

En su mismo dolor y mismo anhelo

Se unirán para gozar los dos!

 

Soneto

 

Yo descifraba mundos de ventura

En el fulgor de su pupila ardiente,

Su bella faz y su inspirada frente,

Y su sonrisa juvenil y pura.

 

Pero se ahogó mi dicha en amargura

Al contemplarla en actitud doliente,

Y de copioso lloro entre el torrente

Apagada su fúlgida hermosura!

 

Ya se anubló la luz de aquellos ojos,

Astros de amor y focos de alegría!

Y al escuchar quiméricos antojos,

 

Su voz enronquecida me decía:

«Todo se cambia en sinsabor y enojos!

¡Qué catarro tan grande, Virgen pía!»

Proyecto escritoras olvidadas de América Latina.

El objetivo de este proyecto es volver a traer al debate el nombre de grandes escritoras de Latinoamérica. De muchas de ellas se ha dejado de hablar y de leer, pero se considera que sus legados son trascendentales y por ello este espacio es necesario.

Autoras comentadas.

  1. Teresa de Cepeda y Fuentes.
  2. Gerónima de Velasco
  3. Gertrudis Dávalos y Mendoza 
  4. Catalina Luisa Herrera Campusano
  5. Magdalena Dávalos 
  6. Pastora Alomía Delgado
  7. Mercedes González
  8. Aurelia Cordero Dávila
  9. María Piedad Castillo
  10. Luz Elisa Borja
  11. Isabelle de Villars
  12. Carmen Elena Acevedo Vega
  13. Morayma Ofyr
  14. Lola Orbe
  15. Mariana García
  16. Ángela Caamaño

Referencias

  • Acosta De Samper, Soledad. 1895. La mujer en la sociedad moderna. París: Garnier Hermanos.
  • Barrera, Isaac. 1954. Historia de la literatura ecuatoriana, Volumen III. Quito: Casa de la Cultura Ecuatoriana.
  • Cortés, José Domingo. 1896. Poetisas americanas: ramillete poético del bello sexo hispano-americano. París-México: Librería Ch. Bouret.
  • Echeverría, Juan Abel. 1879. Nueva lira ecuatoriana. Latacunga: Imprenta de Samuel C. Vázconez.
  • Lagomaggiore, Francisco. 1883. América literaria: producciones selectas en prosa y verso. Buenos Aires: Imprenta de La Nación.
  • Universidad Central del Ecuador. 1892. Antología ecuatoriana: poetas. Quito: Imprenta de la Universidad Central del Ecuador.
Richard Jimenez

Richard Jimenez

Neal Moriarty «Richard Jiménez A.» (Ecuador, 1988). Máster en Estudios de la Cultura, Máster en Escritura Creativa. linktr.ee/nealmoriarty
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