Por: Claudia Contador – Chile

Correo: ccontador2002@gmail.com

“Una bella ancianidad es, ordinariamente, la recompensa de una bella vida”
Pitágoras de Samos.

Una vez, vi en el metro a una mujer alta, de pelo largo cano, buena figura, mayor, mucho mayor que la mayoría de los que estábamos en el vagón del lugar. Tal era su luz, que no exagero al mencionar que desde los chicos y chicas jóvenes hasta los hombres y mujeres adultos, nos dimos vuelta a mirarla cuando atravesó hacia la puerta del carro. No sé qué pasaría por la cabeza de los compañeros de ese viaje, pero por la mía pasó “admiración” y me dije: Cuando llegue a esa edad, quiero lucir como ella. Su semblante era luminoso, cada surco en su bello rostro seguramente reflejaba algún camino de su vida, tal vez uno de sonrisas, tal vez uno de dolor, pero hacían que luciera casi como un ángel, libre, armónico, sutil…

Estoy en medio de una edad donde no soy ni “chicha ni limonada” (como decía una profesora que tuve en mi infancia) , pero sí sé, que cada marca y pelo cano que me acompaña, guarda una vivencia, un recuerdo y también un presente .

Es duro socialmente hablando envejecer en este mundo que vivimos, me toca muy de cerca el abandono, la soledad, la angustia, desesperanza, la pérdida del sentido a la vida.Sé que lo mencionado es una realidad lamentable, dolorosa que viven muchos adultos mayores y, por lo que he investigado, es un mal mundial.

Cosa extraña, puesto que nuestros ancestros respetaban a las personas mayores, ninguna decisión se tomaba sin pasar por la opinión sabia del consejo de ancianos, cada tribu tenía un nombre para ese ser, que a través de su experiencia de vida transmitía a los jóvenes la seguridad, el amor, confianza, valentía, y lo necesario para tomar decisiones o partir a la guerra. ¿Qué pasó? ¿En qué parte nos perdimos en la historia donde un jovencito es dueño de amenazar, herir, menospreciar, humillar a un anciano? Queda la reflexión personal.

Podría extenderme, y seguir mencionando atrocidades, pero como he aprendido que escarbando la basura no se sale del basural, les comparto algunos datos para que potenciemos nuestra salud emocional y así podamos lucir canas con orgullo sintiendo plenitud, amor, gratitud, respeto y felicidad al mirarnos al espejo. Como decía mi abuelita “Mijita, siempre digna” tardaba una hora en arreglarse incluyendo lápiz labial y sombra porque “una nunca sabe con quién se puede encontrar en el camino” para ir a comprar el pan…

Sigamos: ¿Sabían que la edad no es signo de madurez?

Estudios en el ámbito de la neurociencia, demuestran que nuestro querido cerebro tiene su peak de maduración a los 30 años, inmediatamente comienza a “envejecer”. (Eso explicaría tanta incoherencia en los liderazgos mundiales.)

El neurocientífico español Paco Musa recomienda 12 hábitos para prevenir enfermedades como el Alzheimer, demencia senil o Parkinson. Según él, estas conductas tendrían repercusión a nivel cerebral, es decir, tu cerebro y sus neuronas dirán GRACIAS HUMANO por pensar en mí, y seguirá ejerciendo sus funciones para que puedas realizar tus actividades en mejores condiciones:

1.-Comer menos : Tu cerebro funciona mejor y creará reservas para tu claridad mental.

2.-Realizar deporte regularmente: Permite que tu cuerpo y funciones neuronales “se oreen” y creen las condiciones aptas para estar más tiempo contento. Gana mente, gana cuerpo.

3.-Realizar ejercicios mentales todos los días: Ponte retos diarios, salir de la rutina, aprender nuevos idiomas, viajar.

4.-Viajar mucho: Al viajar, conocer lugares nuevos u otras culturas o paisajes, permite aprendizajes y eso es miel para tus neuronas que felices seguirán multiplicándose.

5.-Vivir acompañado: Ya sea pareja o con alguien que sea tu persona vitamina, donde compartan y puedan adaptarse juntos a los cambios que están experimentando.

6.-Adaptarse a los cambios: Observar, percibir como lo hiciste alguna vez esos cambios que ocurren a tu alrededor, desde la mirada de espectador, sin juicio e involucrarse en las tecnologías, buscar apoyo, indagar, bueno eso ya no es tema a nuestra edad.. hasta resulta entretenido y no hacemos colas.

7.-Evitar estrés crónico: Sencillamente, ponle una nariz de payaso a las personas que vienen con quejas, eso permitirá que sólo dejes entrar a tus recuerdos lo que te haga crecer y sea bueno para ti. Ya es tiempo de viajar más liviano, ¿no crees?

8.-No fumar: Mata neuronas, produce pequeños infartos cerebrales, la piel se opaca y la mirada se oscurece y para qué vamos a adelantar males si todavía tenemos mucho que vivir.

9.-Dormir bien: 7 a 8 horas para que nuestro cerebro pueda hacer su trabajo, en ese lapsus borra información innecesaria reafirmando lo aprendido el día anterior y a la vez repara tejidos. Una muy buena técnica sin fármacos que he probado con muy buenos resultados, es decirme: Tiempo para dormir, cierro los ojos y comienzo a concentrarme en mi respiración, permitiendo que los pensamientos pasen. Concentración en el acto de respirar. No te das cuenta y luego estás zzzz

10.-Buscar cada día un motivo o meta: Esto evita los apagones emocionales que son los que llevan a la depresión. Palabras Motivación, ilusión, emociones positivas. Si te acuestas con estas palabras y te levantas con ellas verás que tendrás que comerte un limón para sacar la sonrisa de tu cara.

11.-Gratitud: Agradecer, dar, crear nuevos lazos desde el agradecimiento dejando atrás lo que ya no nos sirve. Toda experiencia vivida es un aprendizaje.

12. Disfrutar de las pequeñas cosas: Un amanecer, una hormiga, la infaltable mosca, una flor, un detalle de alguien o ser tú ese detalle.

Como ves, son tips que si los repites día a día, crearán un nuevo hábito y te sentirás más liviano. Espero te haya gustado.

Fuente: Redes 100
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Laura

Excelente y prácticos datos!

Claudia Contador

Gracias por tu comentario ☺️