Por: Paola Melgarejo – Chile / Instagram: @LunaPaloma_Escritora

Hola, ¿cómo están?

Antes de entrar en profundidad en el género narrativo considero necesario que conozcan las figuras literarias. Estas poseen una importancia transversal que abarca varios aspectos de la literatura y la comunicación.

Primero una definición simple:

Las figuras literarias son herramientas lingüísticas que nos permiten embellecer, enfatizar o expresar de mejor forma el texto. Además nos ayudan a desarrollar habilidades analíticas y de pensamiento crítico.

Por ejemplo, nos enseñan a:

  • Examinar textos desde diferentes ángulos lo que permite fijarnos en sutilezas que podrían ser importantes para la comprensión global y más profunda del texto.
  • Evaluar el porqué de una determinada elección lingüística del autor y el impacto creativo que puede generar.
  • Pensar sobre el significado y la forma de lo que se quiso expresar.
  • Ampliar nuestros conocimientos para ponerlos en práctica al generar textos. Lo que es de gran ayuda pues aumenta la capacidad para expresarnos de manera más persuasiva en diversos contextos: comunicación oral y escrita.

Ahora les daré a conocer algunas de las figuras literarias que existen y que son las ocupadas en forma más frecuente:

Metáfora:

Consiste comparar dos cosas que no son iguales, pero que comparten alguna característica en común, sin usar las palabras: “como” o “parece”.

Imagina que quieres describir a una persona muy hermosa. Puedes decir “Es una flor”. Aunque sabemos que la persona no es literalmente una flor, en este caso la metáfora sugiere que la persona posee cualidades como belleza, delicadeza o fragancia que se asocian comúnmente con las flores.

Sirve para comparar dos cosas de una manera más expresiva y creativa.

Simil:

Similar a la metáfora, pero usa “como” o “parece”.

Considerando el mismo ejemplo acá diríamos: “Ella es tan bella como una flor”.

Sirve para comparar dos cosas de una manera más expresiva y creativa.

Hipérbole:

Exageración de una idea con el fin de enfatizarla.

Por ejemplo: “Tengo un sueño que dormiría un año entero”. Es una forma graciosa de decir que tienes mucho sueño.

Sirve para intensificar emociones o ideas exagerando de manera dramática o humorística

Personificación:

Atribución de características humanas a objetos o animales.

Por ejemplo: “El viento susurraba entre los árboles”.

Sirve para dar vida y hacer más comprensibles o emocionantes el texto.

Anáfora:

Es la palabra o frase que se repite al principio de dos o más versos o frases seguidas.

Por ejemplo: “Llueve sobre mojado, llueve sobre el alma, llueve sobre el recuerdo”.

Sirve para enfatizar una idea, crear ritmo o dar cohesión al texto.

Aliteración:

Repetición de sonidos similares en palabras próximas o en el interior de palabras.

Por ejemplo: “El silencio se deslizaba como seda”.

Sirve para llamar la atención del lector, crear ritmo o musicalidad en el texto.

Hipérbaton:

Palabras en orden alterado: Son las palabras que se colocan en un orden diferente al habitual en una oración.

Por ejemplo: “A la montaña, el viejo peregrino subió”.

Sirve para llamar la atención sobre ciertas palabras o para crear un efecto poético.

Elipsis:

Palabras omitidas: Son las palabras que se omiten en una oración pero que se sobreentienden.

Por ejemplo: “Alex tenía hambre; Pía también”.

Sirve para hacer más fluida la expresión o para evitar la repetición innecesaria de información.

Sinestesia:

Esto va con un Bonus Track ya que me llama la atención preguntarles si alguna vez han relacionado este concepto con un fenómeno neurológico en el cual la estimulación de un sentido provoca una experiencia automática e involuntaria en otro sentido. Por ejemplo, una persona con sinestesia podría percibir letras o números como colores, o asociar sonidos con formas específicas.

Bueno, es correcto pero la sinestesia como figura literaria también existe y trata de la descripción de una sensación a través de términos propios de otra sensación. Por ejemplo:

“Cuando veo tus ojos escucho el canto de un ave”

Sirve para crear una experiencia sensorial más vívida y evocadora.

En resumen:

Conocer las figuras literarias no solo tiene valor dentro del ámbito literario, sino que también promueve el desarrollo intelectual, la expresión efectiva y una comprensión más profunda del mundo que nos rodea.

Saludos y nos leemos en una próxima cápsula.

Si tienes alguna duda o algo que compartir te espero en mi Instagram @LunaPaloma_Escritora

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