Por: Pedro Velásquez

Correo: poderluigime@gmail.com

A los fines de este trabajo, se tomará el término “gerencia” como el cimiento que sustenta la posición de varios autores especialistas, contextualizada en la educación media general. La gerencia según Andara (2014), implica un eufemismo para designar el acto de guiar a los demás, para el logro de las actividades realizadas, adicionalmente suministrar y ejecutar órdenes.

De esa perspectiva, se puede puntualizar que, la clave de la gerencia consiste en el proceso de toma de decisiones, referido a la elección entre diversas opciones de acción, en función de solventar las situaciones presentadas sopesando los pro y contras de dicha decisión, asimismo comprender que el éxito de un gerente dependerá de los conocimientos demostrado frente al personal a su cargo. También, el dirigir seres humanos, constituye una parte importante de sus esfuerzos de ejecución, la cual, es una función específica de los directivos de las instituciones escolares. De ahí que, las relaciones entre el modo de actuar del dirigente, la manera de como el talento humano desempeñan las tareas, afecta significativamente, tanto la satisfacción de los subordinados como los resultados alcanzados. Al conceptualizar la gerencia Carreño (2014), expresa:

El término gerencia es difícil de definir: significa cosas diferentes para personas diferentes. Algunos lo identifican con funciones realizadas por empresarios, gerentes o supervisores, otros lo refieren a un grupo particular de personas. Para los trabajadores, gerencia es sinónimo del ejercicio de autoridad sobre sus vidas de trabajo. (p.75)

En muchos casos, la gerencia cumple diversas funciones, porque el individuo en el desempeño del rol gerencial actúa como administrador o supervisor, entre otros roles. Amplificando la situación descrita se manifiesta, en el director para el ejercicio de sus atribuciones, donde administra, supervisa, controla, en gran medida, se concentra menos en la variable humana. Esto explica la dificultad para definir con concreción del término gerencia.

A lo anterior, se agrega la afirmación de Esquivel, (referido por Mendoza, 2014), sobre las variaciones del papel del gerente dentro de la administración, debido al tipo de organización, a la cultura organizacional, a las metas a lograr, a las características, rasgos particulares de la persona quien ocupa el cargo gerencial. Por consiguiente, existen modos o estilos de gestión con una amplia gama de posibilidades, no siempre se ajustan a un modelo particular. En el contexto educativo, se ha intentado proyectar la gerencia desde la administración de negocios a la administración escolar, pero aún subsisten dificultades para lograrlo por la falta de formación gerencial en los directivos.

A esa carencia se suma, la ausencia de una relación costo-beneficio, una enmarañada burocracia impidiendo el perfeccionamiento de aspectos básicos de un patrón nuevo de supuestos primordiales, creencias profundamente arraigadas, las cuales son compartidas por todos los miembros del grupo, condicionan de un modo relevante, el comportamiento individual, por ello, dentro de los centros educativos, importa mucho, entre los atributos del gerente educativo, poseer una formación actualizada desde la perspectiva gerencial, para innovar, adaptarse a las contingencias del ambiente externo, cumplir con los objetivos organizacionales, influir en su equipo de trabajo por ende en tomar decisiones oportunas.

Conociendo a la gerencia, como componente determinante para mejorar la administración, dirigir sus mecanismos hacia la obtención de mejores resultados en las diferentes organizaciones modernas, hasta el punto, que Drucker (2014), la define como: “la función específica de organización de la sociedad actual…La gerencia en gran medida es considerada en nuestro tiempo como el más extraordinario fenómeno social” (p. 32).

Las innovaciones sólo se alcanzarán si se modifican los estilos de conducción de la gerencia, desde una visión amplia otorgando una nueva orientación al quehacer directivo. Esto apunta, hacia una demanda de un enfoque estratégico en la gerencia donde la actividad educacional exigirá del directivo una actitud extrovertida, abierta con previsión de los futuros posibles. Además, deberá sustentar una sólida base de principios o valores como marco axiológico, adicionalmente pasar de reacciones reactivas a proactivas, satisfacer las necesidades de la comunidad educativa, en especial del estudiante, explorar la complejidad de la realidad profundizando en el diagnóstico estratégico, desear los cambios y anticiparse a ellos.

Por ello, es necesario, ajustar el sentido de la institución escolar, es decir, conocer hacia dónde se dirige, promover una mayor participación, propiciando el progreso individual, colectivo para decidir en consenso, concibiendo así, las funciones directivas de manera integral, como un solo proceso, estableciendo responsabilidades a largo plazo, con una concepción de presente a futuro, en esos aspectos se reconoce el sello distintivo del enfoque estratégico, por medio del cual se construye una cultura estratégica de los gerentes, luego en los docentes, considerando al centro educativo como una necesidad de primer orden.

Si, la gerencia tradicional, presupone enfoques gerenciales esencialmente técnicos, operativos, instructivos, orientados al contexto interno de la organización, la gerencia contemporánea asume, como requisitos indispensables, el carácter esencialmente humano, estratégico, centrado en el aprendizaje abierto de sus acciones.

Sin duda, el propósito principal de la administración del talento humano se focaliza en el fomento de la eficiencia, de las mejores relaciones de trabajo entre la gerencia y el personal, por lo tanto, para lograr el buen funcionamiento laboral en las instituciones educativas, basado primordialmente en las relaciones humanas, luego en los factores materiales, por esto, el gerente debe mantener una permanente comunicación con los involucrados en el proceso pedagógico. En particular, la situación de algunas de las instituciones de educación media general del país, presentan una gerencia educativa que, según Loaiza (2014):

No canaliza en forma apropiada el funcionamiento de las mismas, no solo en el orden administrativo referido al cumplimiento de la entrega de recaudos, sino en la conducción del personal que labora en las instituciones educativas, en la integración de la comunidad con el centro escolar, en el adecuado manejo de conflictos (p. 81).

Por esa razón, los directores han de comprender la importancia de la formación gerencial para desempeñar las competencias, funciones y tareas correspondiente, con la adopción de estrategias encaminadas al logro de los objetivos institucionales. Por otro lado, existe la cosmovisión teórica de la gerencia denominada significativa, la cual, de conformidad con Morillo, Valbuena y Salas (2014), incorpora los principios de autonomía, democracia, operativos en las organizaciones descentralizadas, acogiendo a la flexibilidad necesaria de los miembros en la institución educativa para generar mayores y mejores resultados. Al respecto, se subraya, este enfoque acepta la gerencia como un proceso organizacional, con énfasis en lo académico, apoyado por equipos organizados encargados de cumplir las tareas propias de la labor gerencial.

Explorando más acerca la gerencia significativa, Mendoza (2014), encontró que ésta promueve la participación del personal adscrito a los directivos, pues, representa un instrumento para facilitar los procesos de cambios necesarios en la transformación institucional. Además, la gerencia significativa contribuye a las organizaciones educativas orientándolas al compromiso, a través de sus directivos, para el fomento de una institución educativa orientada hacia nuevos horizontes, en función del cumplimiento de procesos administrativos, de la acción directiva, la ejecución de normas o políticas del Estado, a la par con la aplicación de las nuevas tecnologías de información y comunicación.

En efecto, en la institución educativa, la definición de gerencia escolar se ha analizado desde las distintas perspectivas teóricas. Como relevancia a este estudio, se evidencia que diversos autores utilizan varias terminologías para referirse a la acción de gerenciar, por ejemplo, Rondón (2014), explica, ésta trata de organizar los distintos aspectos de la labor educativa: planes de estudio, estudiantes, docentes, edificio, dotación, organización formal, investigación en un todo con sentido propio, conferido por los objetivos de la política educacional y la comunidad a la que sirve el sistema. Igualmente, Guédez (2013), afirma sobre este tema lo siguiente:

La gerencia constituye un conjunto de fases que van desde la programación de un proyecto, el establecimiento y cumplimiento de funciones hasta la materialización de los objetivos propuestos, que conforman de alguna manera el esquema gerencial de cualquier organización. Por lo que, la gerencia es un proceso que se caracteriza por estar compuesto de dos dimensiones: la primera, la estructurada, porque se apoya en principios válidos y sistematizados, supone tres subprocesos: planificar, organizar y evaluar. La segunda, desestructurada y asimétrica, que se desenvuelve en una dinámica abierta y escenarios cambiantes. Esta dimensión comprende todo lo concerniente a la acción de dirigir o gerenciar (p. 132).

En esa línea de pensamiento, se sustenta que ambas dimensiones deben observarse en la administración o dirección escolar, de la cual, se espera eficiencia y eficacia. Desde su punto de vista, Morín (2013), explica “toda organización, como fenómeno físico-organizacional, tiende al orden mediante una secuencia de programas, acciones predeterminadas que permiten el logro de los objetivos” (p. 98). No obstante, cuando la organización falla, estratégicamente se elaboran uno o varios escenarios posibles para modificarla, enriqueciendo su acción por medio de la participación creativa de quienes hacen vida en ella.

Según Pérez (2014), la gerencia educativa debe valerse de la significativa, porque ésta privilegia la acción de conducción ejercida por el gerente sobre la organización. En este sentido, esa cosmovisión teórica gerencial constituye un proceso integrador mediante el cual, se canalizan los esfuerzos del personal hacia el logro de un determinado objetivo. Del mismo modo, desde la óptica pragmática de la gerencia significativa, se desarrollan procesos independientes de unificación de esfuerzos para alcanzar los propósitos comunes. Pese a esos juicios positivos, Duarte (2014), advierte ese estilo de gerencia se desarrolla en la línea de dirección, aunque propone ideas claras para su desenvolvimiento, pide una formación del gerente acorde con las tendencias teórico-científicas garantizando así, el éxito de la organización educativa.

Por ello, ese éxito en las instituciones de educación media general se supeditará a la demostración del conocimiento del gerente, en cuanto al desarrollo de las actividades a cumplir sobre la base del desarrollo del proceso administrativo, la acción directiva, la aplicación de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, así como de las políticas educativas. Por esto, para la gerencia de la educación media general, hoy se necesita, aparte de esas vertientes, el manejo de normas de calidad para que el centro educativo responda a las necesidades de su comunidad, manteniéndose relacionado con los criterios de pertenencia para ejecutar los cambios atribuidos.

 REFERENCIAS

Andara, E. (2014). El liderazgo administrativo y la capacitación del directivo de la escuela. Trabajo Especial de Grado, Universidad Rafael Belloso Chacín, Maracaibo.

Carreño, S. (2014). La formación gerencial de los directivos de las escuelas primaria. Revista Científica. /Año 2016/ Nº 46/. España:  Universidad Autónoma de Barcelona.

Drucker, P. (2014) La gerencia: tareas y responsabilidades prácticas. Buenos Aires: Ateneo.

Duarte, L. (2014). Efectos de la participación del directivo de escuela, la formación gerencial sobre el desempeño laboral. Trabajo Especial de Grado, Universidad Bicentenaria de Aragua, Maracay

Guédez, V. (2013) Aprender a emprender de la gerencia del conocimiento a la ética de la sabiduría. Madrid: Editorial Planeta.

Loaiza, Y (2014). El estilo de los gerentes para el manejo de los conflictos. Trabajo de Grado no publicado, Universidad Rafael Belloso Chacín, Maracaibo.

Mendoza, M. (2014). Las habilidades administrativas y la formación gerencial del directivo de la escuela primaria. [Resumen]. Revista. Pedagógica Científica. /Año2014/ Vol. XV/. Nº 104, San José de Costa Rica: Universidad Nacional de Costa Rica.

Mendoza, V. (2015). Hermenéutica crítica. Razón y palabra [Revista en Línea], Nº 34. Disponible: http://www.razonypalabra.org.mx. [Consulta: 2022, Octubre , 09].

Morillo, R. Valbuena, M. y Salas, D. (2014). Modelos gerenciales para organizaciones inteligentes. Maracaibo: Ediluz.

Morín, E. (2013). Pensar global. Bogotá: Editorial Magisterio.

Pérez, A. (2014). Habilidades directivas. Caracas: Fundación Universidad Virtual Simón Bolívar.

Rondón, R (2014) La formación gerencial y el desempeño laboral del directivo de escuela. [Documento en Línea]. Disponible http://www.3unileon.es/ser/bu/opac.l.tm#up. [Consulta: 2022, Octubre, 08].

 

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