Por: Natalia Herrera Arias – Costa Rica / Correo: herreraariasnatalia@gmail.com / Instagram @flornatalilla
La preocupante situación medio ambiental actual hoy en día se evidencia en cualquier ubicación que coloquemos nuestra mirada. Nos asomamos en la orilla de un río y lo que vemos son sus aguas inertes, oscuras y espumosas con todo tipo de residuos sólidos flotando en su superficie que terminan siendo arrastradas hasta en mar. Luego a las inmensas extensiones de terreno que fueron despojadas de su cobertura original y de dónde expulsaron a las especies que le habitaban para cubrir su plenitud de forma incongruente con otras especies que no puede reconocer como propias. O tal vez una montaña a lo lejos, despojada de su cobertura y su relieve siendo alterado para nuestra conveniencia; eso si es que se logra apreciar a pesar de la contaminación atmosférica que ya no nos permite distinguir los detalles de las lejanías.
Es por todos estos y más motivos que esta escritora novata quiere inaugurar su primer artículo contándoles un poco sobre la sostenibilidad. Este principio lo podemos visualizar como un equilibrio entre tres pilares fundamentales: Economía, sociedad y ambiente. Recalco el orden de mención porque corresponde también al orden en que se consideran según importancia durante la toma de decisiones; principalmente el ambiente que es el que más se olvida y más se excluye; es ahí en donde estamos fallando para lograr el balance que tenemos que alcanzar. Y digo “tenemos” porque ya no hay otra opción más que adoptar estilos de vida, estrategias ambientales, sociales y económicas sostenibles para intentar cambiar el curso del futuro para nada favorable que nos estamos trazando. Suena un poco utópico, ¿no?
Partiendo entonces de dicho equilibrio o balance, también nos podemos cuestionar sobre su aplicabilidad en nuestras vidas y su alcance. Lo bueno de la sostenibilidad es que es versátil en todos los sentidos, se puede idear y aplicar en todos los contextos que se nos ocurran. Desde ámbitos personales como la forma en que realizamos nuestras compras, nos alimentamos, nos transportamos; hasta situaciones a gran escala como los sistemas de cultivo y producción, distribución territorial y extensión urbanística, innovación y tecnología, entre otras.
Comprender lo antes mencionado es vital para ir erradicando esa limitante de pensamiento cuando se trata de cambiar lo que podemos controlar con el fin de impactar positivamente y dar el ejemplo para mejorar la situación ambiental, nos impulsa a indagar en la vasta cantidad de opciones que tenemos y que son lo suficientemente accesibles para procurar cambiar el panorama actual; porque muchas veces creemos que ya no hay vuelta atrás, lo cual solo induce a la desilusión y al conformismo.
No olviden nunca sobre el conformismo, porque es probablemente el obstáculo principal que no nos va a dejar salir del propio hueco que estamos cavando. E intento enfocar lo que les estoy contando sobre sostenibilidad, de una forma más individualista primero (cuando hablo de sostenibilidad corro el riesgo de “irme por las ramas” a como decimos en Costa Rica, por la amplitud del tema) porque siempre hay que empezar a corregir nuestro propio estilo de vida antes de procurar realizar acciones con lo demás; aun así, de una forma u otra, el impacto positivo siempre se expande y contagia indirectamente a las demás personas.
Lo anterior que pido no olvidar, se refleja muchas veces cuando pensamos de las siguientes formas: Esto no me afecta directamente, yo no tiro basura, la culpa es de las grandes industrias, no lo hago porque no es un requisito, son puras conspiraciones… Y podría seguir, pero ese no es mi propósito. Lo que quiero dar a entender es que generalmente el origen de la razón por la cual nos cuesta, o más bien no queremos conducirnos hacia la sostenibilidad, reside en nosotros mismos y en las decisiones básicas que tomamos cada día. Por eso es necesario despertar la conciencia y salir de los patrones que se nos han enseñado a seguir en donde quiera que estemos, reprogramar nuestra forma de pensar para que empecemos a hacerlo desde una perspectiva ambiental y sin considerarnos como seres ajenos a nuestro entorno.
Con esto podemos comprender un poco mejor lo importante que es este principio para establecer los cimientos del equilibrio entre tres de los aspectos principales que nos definen como humanidad. Porque ya no se trata de ayudar, sino más bien de una responsabilidad; ya no es algo opcional, sino más bien una obligación de todos. Simplemente no nos podemos permitir seguir ignorando la situación.
Finalmente, dejo el espacio receptivo ante cualquier opinión, sugerencia de tema, acuerdo o desacuerdo, en fin, lo que deseen aportar por este medio o directamente a mi Instagram @flornatalilla
[…] les introduje un poco al tema de sostenibilidad, puede que a muchos de los lectores y lectoras les haya surgido la pregunta de ¿Qué puedo hacer […]