Por: Óscar Fernández –Venezuela / Corre: osfernandezve@gmail.com

Venezuela viene cambiando desde su concepción de ciencia, venimos de una ciencia positivista, fragmentaria y aislacionista, hacia una nueva ciencia que es, a mi modo de ver, esencialmente ambigua por su dependencia.

Nuestra dependencia de los Estados Unidos de Norte América, nos hizo tremendamente vulnerables, y de esto no escapa la visión de ciencia que aún impera. Seguimos hegemonizados desde la visión hemisférico cerebral izquierda, aunque se diga lo contrario.

Tan cierta es  está situación, que en el pasado, dominado éste bajo el discurso de la modernidad con sus promesas de progreso, desarrollo y felicidad social, un texto como éste, por lo menos hubiese sido cuestionado con sus discursos retóricos argumentativos. Hoy la posición es tan vacía que no espero ni eso.

Los cambios que avizoro son cambios en apariencia, que se aplican desde siempre para que nada cambie. Son estos cambios gato pardeanos, los que nos llevan a suponer que si bien se reconoce que la postura positivista, no es lo que se requiere, o si lo es, pero junto a otros elementos, la sensación de limbo científico, es lo que en estos momentos percibo.

No existe en estos momentos una postura clara que nos separe por ejemplo de la antigua vinculación a la NASA como su maquila científica, o que nos ponga ante las demás instancias científicas del mundo, como un país con personalidad científica propia. Qué queda pensar si seguimos así, que nuestra ciencia en poco tiempo será medio iraní, rusa, china, etc.

Pero sin una política clara en este sentido, más que la complacencia y el halago hacia los grandes poderosos, todo esto no significará nada más que pasar de un antiguo amo, el norteamericano, a un nuevo amo que quizás sea híbrido.

Estamos en condiciones y con las capacidades de ser mucho más que eso. Pero a los que les corresponde tomar las decisiones estratégicas pareciera no “entenderlo”. Aunado que a los países negociantes o llamados aliados, en realidad les importa poco nuestra soberanía científico/tecnológica. No les compete a ellos señalar el camino. Nos compete a nosotros. Pero como ya dije, este texto ni siquiera será tomado en cuenta, pues esto no interesa.

Vivimos en un país con una posición geoestratégica extraordinaria. Y con una gente tremendamente creativa. De allí que en más de una ocasión he dicho que tenemos las condiciones para aportar al mundo muchas nuevas ideas. Sin embargo, no se percibe interés ni de entes públicos ni privados para apoyar este tipo de iniciativas. En los países que cuestionamos por ser dominadores y controladores si hay financiamiento aunque el uso de lo que se produce luego se distorsione. Lo mismo del lado privado, las empresas de aquí no son técnicamente capitalistas pues no crean nada nuevo y se dedican a la importación y al ensamblaje.

El cambio debe ser profundamente paradigmático, pues aquí el que invierte en algo al año siguiente o a los dos años, no sólo espera ver de vuelta su dinero sino multiplicado por dos y por tres.

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Cristina Tamasauskas

Se debe seguir armónicamente armando y construyendo las herramientas para el momento preciso

Óscar Fernández Galindez

Debemos partir del reconocimiento de que existe un distanciamiento epistemico de la realidad científica venezolana para así poder avanzar hacia esa armonización. Lo mismo ocurre con cualquier otra situación humana que amerite primero el reconocimiento de lo que ocurre.

Loveila Gainza

Mientras quienes esten en altos cargos gerenciales sean los brazos ejecutores en nuestro país de las políticas de ciencia y tecnología de los países que tanto se critica en el discurso, más no en la acción, corremos el riesgo de crear dependencia de los “Nuevos Aliados”

Óscar Fernández Galindez

Quién esté en esos cargos además de lo que dices, deben ser también gente de ciencia. Lo mismo pasa en la academia, muchos profesores de metodología no investigan. Debemos superar las incoherencias.

Silviano Alcántara Moreno

En Venezuela, como en México, no hay un real interés de las Secretarías de Educación, para mejorar el nivel académico de los alumnos, en los distintos niveles. Vemos por ejemplo a nivel de la Secundaria, como casi desaparecieron las actividadew de los talleres o tecnologías, donde los alumnos pueden poner en práctica los conocimientos teóricos de materias como la Física, las Matemáticas e incluso la Química. Han desaparecido talleres de Electrónica, de Electricidad, de Dibujo Técnico, de Carpintería, etc. Mientras que en países como Japón, se les enseña la Electrónica a los alumnos, desde la escuela primaria. La Electrónica es el soporte de todo el desarrollo de la Informática y de las nuevas tecnologías de la Información.