Por: Carla Araneda Condeza – Chile / Correo:carla.d.araneda@gmail.com /Instagram:@condezadeloslibros https://instabio.cc
María Elena Gertner Honorato (1926-2013) fue una escritora, periodista, actriz, directora y guionista chilena, de la generación del 50´.
Una mujer prolífica y multifacética que se desarrolló en diversas profesiones y ocupaciones con gran talento. Su faceta de escritora fue una de sus vocaciones más tempranas, teniendo una cercanía con la literatura con temprana edad desde los cinco años, época en la que ya destinaba tiempo a la lectura. Y como la misma autora contó en algún momento, a los 10 años escribio sus primeros cuentos, y a los 18, tenía la certeza de que quería ser escritora: “a los dieciocho sabía que quería ser escritora” (Kuncar, Susana. “Amé y me amaron mucho”, Análisis (410):41, 1992)
A los veinte años de edad debuta como actriz, destacando por su trabajo. Dos años después publica su primer libro Homenaje al miedo en 1950, un poemario que, además, goza de la calidad de ser la única incursión de la autora en el género. Ilustrado por Enrique Lihn.
Entre sus influencias se encuentra Fiódor Dostoyevski y Virginia Woolf, inspiraciones y escritores admirados por Elena Gertnert.
Ocho años después publica su primera novela Islas en la ciudad, la cual fue alabada por la crítica del momento, razón por la que fue reimpresa. Después continúo publicando novelas como Después del desierto, en 1961, Páramo salvaje, en 1963, con esta última se dio a luz al estilo propio de la escritora, y un interés en el subconsciente humano.
Su consolidación como escritora llegó en 1964 de la mano de su novela La mujer de sal. “Su escritura desenfadada y la exposición directa de los conflictos emocionales y las experiencias sexuales de sus protagonistas la vinculan a un primer feminismo literario, avanzada de la cual participaron buena parte de las narradoras chilenas de los años cincuenta. Sin penetrar aún en la arena política, estas autoras abordaron como tema central la problemática de la mujer dentro de una sociedad de clases fuertemente machista, donde tantea las posibilidades de la libertad y la autonomía.” (Memoria chilena. Biblioteca Nacional de Chile. María Elena Gertner (1927-2013))
Dedicó parte su labor literaria a la creación de cuentos, faceta en la que destacó y fue reconocida por sus pares escritores. Participó en la Antología del nuevo cuento chileno, de 1954, y Cuentos de la generación del 50, de 1959.
Con su cuento “El invencible sueño del Coronel” obtiene el primer lugar en el concurso de la Compañía de refinería de azúcar de Viña del mar en 1963.
Uno de los temas que estuvo presente en su obra fue el feminismo, y la falta de este en Chile, lo que hace ver en el siguiente extracto de una de sus últimas entrevistas:
“Creo que el feminismo era una necesidad urgente. Es una necesidad urgente. A nivel mundial, creo que es algo muy importante, pero en Chile funciona mal. Tal vez fui feminista antes de tiempo. Toqué temas que la gente no tocaba. Actué de una forma que la gente no actuaba. Hice muchas cosas que la gente no hacía. Entonces, ¿era yo feminista? Tal vez. No me di cuenta. Tal vez lo era, pero no había ningún movimiento feminista organizado en Chile. No conozco los movimientos feministas chilenos. Yo considero a la Pía* una escritora feminista por sus temas y su militancia.” (Resha Cardone.(2004) María Elena Gertner: conversación en torno a la Literatura. Revista chilena de la literatura)
*Pía Barros
Incursionó en el periodismo, en redacción de guiones, teatro, en musicales e incluso creó su propio grupo de teatro Alta Marea.
Entre los guiones que escribió se encuentran: De Cara al Mañana (1982), La Dama del Balcón (1958), Morir de Amor (1985), El Milagro de Vivir (1990). Además, adaptó otras novelas.
Trabajó como actriz en diversas novelas, entre ellas: La Madrastra, De Cara al Mañana, La Gran Mentira, Mi Nombre es Lara, Bellas y Audaces.
Recibió el reconocimiento Orden al Mérito Pablo Neruda, por una vida de dedicación al arte y la cultura, en 2005.
“…enfocada desde el exterior, era una sucesión de horas repetidas, e, interiormente, sólo la tortura ocasionada por una herida honda que le trepanaba el cerebro, que le partía el pecho y el vientre, la tortura causada por ese vacío en el que naufragaba la ternura sin respuesta, punzaba el deseo, y, en tanto que afloraban los recuerdos, crecía la desesperanza.
(Gertner, María Elena. La mujer de sal. Santiago de Chile: Zig-Zag, 1964. pág.69)
Proyecto escritoras chilenas:
El objetivo de este proyecto es volver a traer al debate el nombre de grandes escritoras chilenas. De muchas de ellas se ha dejado de hablar y de leer, pero se considera que sus legados son trascendentales y por ello este espacio es necesario.
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