Por: Richard Jiménez – Ecuador / correo: richmarcelo@hotmail.com / instagram: @pantalones_lectores

Morayma Ofyr nació en Guaranda el 28 de enero de 1915, fue maestra y escribió poesía, prosa, teatro y ensayo. Sus padres también fueron grandes intelectuales: el Dr. José Leonardo Carvajal Badillo, abogado, escritor y periodista; y la poeta, doña Elisa C. Mariño la «alondra guarandeña», autora de la letra del Himno a Guaranda, fundadora del Centro de Periodismo, miembro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Bolívar y Núcleo de Chimborazo.

Nuestra poeta asesinada inició sus estudios en la Escuela de Niñas Echeandía, y cursó la educación secundaria en el Instituto Normal Manuela Cañizares, consiguiendo el título de Maestra Normalista. Ejerció la docencia en la Escuela Simón Bolívar de Guaranda; fue directora de la Escuela Manuel de Echeandía; rectora del Colegio Profesional Echeandía; catedrática de los colegios Manuela Cañizares y Fernández Madrid, en Quito; rectora del Colegio Nacional de Señoritas de Riobamba. Fue parte del Instituto Nacional de Pedagogía.

En 1947, la ciudad de Cuenca le entregó la Medalla Heráldica; y en 1948, el Gobierno la honró nombrándola Adjunta Cultural de la Embajada del Ecuador en Uruguay, cargo que rechazó. Asimismo, se la nombró delegada del Ministerio de Educación, por varias oportunidades. Fue parte de la Sociedad Bolivariana del Ecuador y gestora de la creación de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Riobamba.

Colaboró en la revista Alas, perteneciente al grupo del mismo nombre. Publicó Galería del espíritu – mujeres de mi patria (1949); Asfodelos (1976), escrito a dos plumas junto a su madre; Las Siete Palabras de Jesús, publicado en el diario El Día, de Quito.

Según una reseña del historiador riobambeño Edwin Chávez Medina, Morayma Ofir conoció y se enamoró del hacendado José Reyes Mancheno. Consumado el matrimonio, renunció a su cargo de rectora del Colegio Nacional de Señoritas de Riobamba para dedicarse de lleno, junto a su esposo, a la administración de las diversas propiedades. Todo transcurrió con normalidad hasta aquel siniestro del domingo 25 de febrero de 1951, ocurrido en el sector de la Estación del Ferrocarril.

Luego de diversas investigaciones, peritajes y recolección de evidencias, los agentes encargados del caso identificaron como autor intelectual del crimen al ciudadano Ernesto Puyol, yerno de José Reyes. El móvil del atentado habría sido la codicia; Puyol ambicionaba los bienes de su suegro, y temía que su joven esposa pronto le dé un hijo, quien a la larga se convertiría en el principal heredero de la fortuna. Para evitarlo, contrató al delincuente Ambrosio Vera, quien instaló un artefacto explosivo en el cuarto de la pareja, que voló en pedazos a los esposos. Ya sin el impedimento, la herencia pasaría a manos de las dos hijas, fruto del primer matrimonio de Reyes.

No obstante, se determinó que, Maruja y Beatriz Reyes Baus, no eran hijas biológicas del hacendado, sino del Dr. Luis Erazo Córdova; por lo que, al no haber herederos legales, toda la fortuna pasó al Estado. En cuanto a Ernesto Puyol, asesino confeso de la pareja Reyes Carvajal, fue sentenciado a la máxima condena.

 

Rebeldía

 

Yo sé que hay en la sangre de mis venas,

cadencias poderosas de volcán,

y sé también que un día no lejano,

mis venas esa sangre ofrecerán….

 

Yo sé que junto al delicado pétalo,

del sentimiento ingenuo de mujer,

vive en mi alma el acero del combate,

caldeándose en la fragua del deber….

 

Sé que la Juventud es responsable

directa, si del porvenir social,

que por lo mismo su misión es amplia,

altiva y noble como su Ideal…..

 

Sé que mañana en el cénit del cielo,

el Sol de la Justicia brillará,

y sólo entonces mi alma de rebelde,

su sed de redención mitigará.

 

Mientras tanto, en la hoguera libertaria,

seguiré acrisolando mi puñal,

mi puñal acerado de combate,

altivo y noble como mi Ideal.

 

Y habrá siempre en la sangre de mis venas

cadencias poderosas de volcán,

y en mi alma de mujer y de rebelde

las reivindicaciones clamarán….

Proyecto escritoras olvidadas de América Latina.

El objetivo de este proyecto es volver a traer al debate el nombre de grandes escritoras de Latinoamérica. De muchas de ellas se ha dejado de hablar y de leer, pero se considera que sus legados son trascendentales y por ello este espacio es necesario.

Autoras comentadas.

  1. Teresa de Cepeda y Fuentes.
  2. Gerónima de Velasco
  3. Gertrudis Dávalos y Mendoza 
  4. Catalina Luisa Herrera Campusano
  5. Magdalena Dávalos 
  6. Pastora Alomía Delgado
  7. Mercedes González
  8. Aurelia Cordero Dávila
  9. María Piedad Castillo
  10. Luz Elisa Borja
  11. Isabelle de Villars
  12. Carmen Elena Acevedo Vega
  13. Morayma Ofyr

Referencias

  • Alas. Diciembre, 1934. Año I. Número 1. Quito.
  • Avilés Pino, Efrén. s.f. Enciclopedia del Ecuador.  http://www.enciclopediadelecuador.com/
  • Carvajal, Morayma Ofyr. 1949. Galería del espíritu – mujeres de mi patria. Quito: Fray Jodoco Ricke.
  • Concejo Municipal de Guaranda. 1997. Guaranda y la provincia. Serie Divulgación historia y cultura, Volumen 3. Guaranda: I. Concejo Municipal de Guaranda.
  • Fragua, Revista Cultural e Informativa. Octubre 9, 1951. Año I. Riobamba.
  • Pesántez Rodas, Rodrigo. 2011. Antes que se apague la luz (Presencia y Vigencia de una generación poética en el Ecuador), México: Frente de Afirmación Hispanista.
  • Rodríguez Castelo, Hernán. 1979. Lírica ecuatoriana contemporánea. Tomo I y II. Quito: Círculo de Lectores.

Ensayo (in extenso) publicado originalmente en la colección DisTinta mirada.

Richard Jimenez

Richard Jimenez

Neal Moriarty «Richard Jiménez A.» (Ecuador, 1988). Máster en Estudios de la Cultura, Máster en Escritura Creativa. linktr.ee/nealmoriarty
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