Por: Richard Jiménez – Ecuador / correo: richmarcelo@hotmail.com / instagram: @pantalones_lectores

Teresa de Cepeda y Fuentes, la primera carmelita americana, nació en Quito, el 25 de octubre de 1566, días antes de la erupción del volcán Pichincha, ocurrida el 17 de octubre; y murió en Ávila, España, el 10 de septiembre de 1610. Fue bautizada con el nombre de Teresa, en honor a su querida y famosa tía, Santa Teresa de Ávila (1515-1582), mística y escritora española, fundadora de la Orden de Carmelitas Descalzos. Adicional, también se prefirió que lleve el apellido de la Santa: Ahumada, por lo que fue conocida como Teresa Ahumada.

Huérfana de madre, recibió todo el cariño y dedicación de su padre, Lorenzo de Cepeda y Ahumada, tesorero de las Cajas Reales, alcalde ordinario de Quito, teniente del gobernador, capitán general, encomendero, biógrafo y escritor. Considerado como uno de los primeros poetas y biógrafos de la colonia, por su obra Vida y Virtudes de doña Juana de Fuentes. Sus escritos también constan en Obras de Santa Teresa, editadas por Don Vicente Fuentes. Lorenzo de Cepeda y Ahumada financió la construcción de varios conventos carmelitos.

Teresa Ahumada fue educada en lo religioso e intelectual en casa, seguramente bajo enseñanzas de alguna mujer española de confianza. Aprendió a leer, escribir, algo de aritmética y frases en quechua, por su cercanía con las indígenas. Junto a su padre viajó a España en donde continuó su formación.

Dos años después de la partida de la familia Cepeda Ahumada, la propiedad en la que residieron se convirtió en un convento dedicado a la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora (1577), el primero en la ciudad. Otra de las propiedades de Lorenzo Cepeda y Ahumada sirvió para la edificación del monasterio de Santa Catalina de Siena (1593), que a su vez, antaño, había sido el Acllahuasi o la casa de las vírgenes del sol.

En España se encontraron con Santa Teresa de Ávila, y la niña quedó al cuidado de su tía, llegando a ser su hija espiritual y su sobrina “engreída”. En 1582 se convirtió en la Hermana Teresa de Jesús, en San José de Ávila. Cuando empezó el proceso de beatificación de su tía, en 1595, fueron fundamentales sus declaraciones y testimonios sobre la vida piadosa y ejemplar de la futura Santa. Una de las tareas reconocidas de Teresa de Jesús fue la de escribir y transcribir documentos, alabada por su hermosa caligrafía. Los últimos días de su vida los pasó elaborando el Informe para canonización de su tía.

Siendo la primera escritora criolla de la colonia, el padre Aurelio Espinosa Pólit, S.J., gran ensayista y crítico literario, también la consideró como la primera poeta mujer ecuatoriana, por sus coplas “a lo divino”. El padre Bernardo Recio, S.J., en su Compendiosa Relación de la Cristianidad en el Reyno de Quito, rescata algunos de sus versos.

Poema de la autora, rescatado por el padre Espinosa Pólit:

Si os váis, divino manjar,

llevad mis ojos tras vos,

que ojos que vieron a Dios

no pueden sin Dios estar.

Veros, Señor, es gozar,

y no veros padecer,

hasta volveros a ver.

Árboles y plantas

load al Señor,

porque Dios sea bendito,

bendito sea Dios.

Si hermosura y belleza

causan amores,

¿cómo no se enamoran

de Dios los hombres?

Si hermosura y belleza

de amor son causa,

¿cómo no se enamoran

de Dios las almas?

Albricias os pido,

que el Esposo ya es venido.

¿Cómo ansí?

—En lo blanco lo conocí.

Yo le vi cercado de amores,

yo le vi entre blancas flores,

yo galán y hermoso le ví

¿Cómo ansí?

—En lo blanco lo conocí.

Proyecto escritoras olvidadas de América Latina.

El objetivo de este proyecto es volver a traer al debate el nombre de grandes escritoras de Latinoamérica. De muchas de ellas se ha dejado de hablar y de leer, pero se considera que sus legados son trascendentales y por ello este espacio es necesario.

Referencias

  • Carrera Andrade, Jorge. 1959. Galería de místicos y de insurgentes, La vida intelectual del Ecuador durante cuatro siglos (1555-1955). Quito: Casa de la Cultura Ecuatoriana.
  • Gallegos Naranjo, Manuel. 1879. Parnaso ecuatoriano con apuntamientos biográficos de los poetas y versificadores de la República del Ecuador, desde el siglo XVII hasta el año de 1879. Quito: Imprenta de Manuel V. Flor.
  • Instituto Cervantes. “Personalidades”, en Ciudades hispánicas Patrimonio de la Humanidad. Instituto Cervantes, Centro Virtual Cervantes. https://cvc.cervantes.es/artes/ciudades_patrimonio/quito/personalidades/default.htm.
  • Pólit, Manuel María. Enero 31, 1889. El Manuscrito de Faenza en la Biblioteca Nacional de Quito. Anales de la Universidad de Quito, Serie III, Número 14, Quito: Imp. de la Universidad Central.
  • —. 1905. Familia de Santa Teresa en América y la primera carmelita americana. Friburgo de Brisgovia: B. Herder, Librero-Editor Pontificio.
  • Real Academia de la Historia de España. Diccionario Biográfico. https://dbe.rah.es/.
  • Rodríguez Castelo, Hernán. 2002. Literatura en la Audiencia de Quito siglo XVIII. Volumen 2. Ambato: Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Núcleo de Tungurahua.
  • Salazar Calle, Gustavo. Junio 1, 2021. “Poesía ecuatoriana escrita por mujeres”. Mundo Diners. https://revistamundodiners.com/poesia-ecuatoriana-escrita-por-mujeres/.
  • Varela, Juan. 1890. Nuevas cartas americanas. Madrid: Librería de Fernando Fé.
  • Vinatea, Martina. 2021. El «Discurso en loor de la poesía»: declaración de principios de los poetas del nuevo mundo. Nueva York: Idea.

Ensayo (in extenso) publicado originalmente en la colección DisTinta mirada.

Richard Jimenez

Richard Jimenez

Neal Moriarty «Richard Jiménez A.» (Ecuador, 1988). Máster en Estudios de la Cultura, Máster en Escritura Creativa. linktr.ee/nealmoriarty
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