Por: Héctor E. Aguilar Rodríguez /Investigador INIA Venezuela / Correo: tommyjoli.1983@gmail.com

El acceso a los alimentos no se limita únicamente en contar con su disponibilidad física, también se relaciona, entre otros aspectos, con la capacidad económica para adquirirlos y su accesibilidad desde el punto de vista geográfico, esto influye directamente en la calidad de vida de las personas, su salud, bienestar, así como en su capacidad de desarrollo personal, familiar y comunitario. Por tanto, es una responsabilidad colectiva y un desafío para  la sociedad en general garantizar el acceso a los alimentos de manera sostenibles y sustentables.

En este escenario la avicultura ha adquirido cada vez más relevancia en el escenario agropecuario mundial debido a su considerable contribución al acceso de alimentos y la generación de ingresos. Desde la perspectiva industrial, la avicultura tiene un importante papel en la alimentación mundial, la (Food and Agriculture Organization of the United Nations  [FAO]  s/f) lo muestra con las siguientes cifras:

…la producción mundial de carne avícola se incrementó de 9 a 133 millones de toneladas entre 1961 y 2020, y la producción de huevos aumentó de 15 a 93 millones de toneladas (párr. 5).

el 80 por ciento de los hogares rurales de los países en desarrollo crían aves de corral. (párr. 5).

…Los Estados Unidos de América son el mayor productor mundial de carne avícola, con el 17 por ciento de la producción mundial, seguido de China y el Brasi (párr. 5).

…China es, con creces, el mayor productor mundial de huevos, con el 38 por ciento de la producción mundial, seguida de los Estados Unidos (7 por ciento) y la India (7 por ciento) (párr. 5).

Para el caso de Venezuela “para el año 2012 la proteína avícola cubría el 60% de la proteína animal consumida por la población (párr. 9). Producto de la recesión económica “…el consumo de huevos de cada venezolano disminuyó 59,7% entre 2014 y 2019”  ” (párr. 3).

En este contexto, la avicultura familiar ofrece oportunidades económicas para las comunidades al vender los productos avícolas excedentes, se pueden generar ingresos adicionales y mejorar su calidad de vida. Al mismo tiempo, se promueve la autosuficiencia ya que permite a las familias producir sus propios alimentos en lugar de depender de la compra en el mercado. En esta dirección, es importante aclarar que al hablar de avicultura familiar es sinónimo de la cría de aves de corral, para Silvera et al (s/f) esta actividad “…se identifica generalmente como un sistema económico de subsistencia” (p.2). El término aves de corral se identifica con:

…. especies domésticas como las gallinetas o guineas, las gallinas, patos y otras aves, en forma sencilla y familiar. Este grupo está adaptado para vivir en contacto con el suelo y obtener, mediante búsqueda y recolección, una serie de recursos alimenticios (Silvera et al s/f, p. 1).

A través de una revisión de investigaciones y experiencias, en este trabajo se examinarán los beneficios y desafíos de la avicultura familiar, así como las estrategias recomendadas para su implementación exitosa. El objetivo de este ensayo es generar mayor conciencia sobre la importancia de la avicultura familiar como una alternativa para mejorar la calidad de vida de las familias rurales y contribuir a la seguridad alimentaria sostenible en nuestra sociedad y comunidades.

 Caracterización y tipificación de la avicultura de traspatio

Para Hortúa et al (2022) “La avicultura de traspatio es una práctica productiva tradicional de la agricultura familiar que aporta a la nutrición de las familias, el empoderamiento femenino y la cohesión en los territorios”(p.1). En esta dirección, la FAO (2014) señala que:

Los pequeños agricultores son aliados de la seguridad alimentaria y actores protagónicos en el esfuerzo de los países por lograr un futuro sin hambre. En nuestra región, el 80% de las explotaciones pertenecen a la agricultura familiar, incluyendo a más de 60 millones de personas, convirtiéndose en la principal fuente de empleo agrícola y rural (p. 1).

Según Zaragoza et al (citados Hortúa et al 2021) “…la avicultura de traspatio es una de las actividades pecuarias de mayor tradición en América Latina. En México, es realizada desde la época de la colonia, presente en más del 85 % de las unidades domésticas familiares del país”(p.1021). En este tipo de sistemas el manejo técnico es mínimo, las instalaciones son rústicas, la alimentación está basada en el pastoreo y el manejo sanitario es escaso o nulo (Cuca-García citado por  Hortúa et al 2021, p, 1021). Sin embargo, existen poblaciones de aves de traspatio consideradas de alto valor genético, debido a su adaptación y rusticidad para producir en condiciones ambientales adversas (Camacho et al., citado por  Hortúa et al 2021, p, 1021).

Para los países de América Latina, la avicultura de traspatio corresponde a una actividad familiar, administrada por mujeres y destinada a la producción de alimentos para el autoconsumo y la venta de algunos excedentes. Esta da uso de aves criollas, locales, y adaptadas, mezcladas, en algunos casos, con aves de estirpes comerciales. Los sistemas de traspatio funcionan a pesar de la poca inversión en infraestructura, tecnología, sanidad y alimentación; su productividad es baja y presenta desequilibrio económico. Sin embargo, existe interés por mantener este tipo de sistemas para conservar recursos genéticos locales y servir como fuente de alimentos culturales y ancestrales (Hortúa et al 2021, p, 1021).

En la medida que han pasado los años, se han venido presentando algunos cambios en cuanto a las razas implementadas (incorporación de razas comerciales, animales mestizos y pérdida progresiva de algunos genotipos locales), algunas técnicas aplicadas, recursos alimenticios alternativos y comerciales, entre otros; no obstante en esencia se ha mantenido bajo los mismos esquemas de autoconsumo de proteína animal (huevos y carne de aves), con la implementación de conocimientos ancestrales y bajos niveles tecnológicos a fin de contribuir a la sobrevivencia y calidad de vida de la familia rural (Pineda et al, p. 210, 2017).

En Venezuela y en algunos países del mundo, la avicultura familiar ha traspasado los límites rurales para llegar a ser un modelo productivo a nivel de áreas urbanas y periurbanas con algunas similitudes y algunas diferencias a los modelos rurales pero con el mismo objetivo la de contribuir a la alimentación de la población de una manera económica, sencilla, rápida y que requiere poca superficie (Pineda et al, p. 210, 2017).

La sistematización y caracterización de las experiencias en materia de avicultura familiar, permite conocer las fortalezas y limitantes así como las estrategias implementadas por los pobladores y pobladoras que les ha permitido dar un aprovechamiento sustentable a los recursos locales (zoogenéticos, fitogenéticos) (Pineda et al, p. 210, 2017).

Gallinas ponedoras en la avicultura latinoamericana

Respecto a la gallina, Agrotendencia.tv (s/f) señala que “…no sólo tiene múltiples orígenes geográficos sino también genéticos. Investigaciones han revelado que las sub – especies Gallus gallus sonnerati, Gallus gallus bankiva y Gallus gallus murgui son ancestros de las gallinas domésticas”.(párr. 8)

La gallina llego a América, según los historiadores, en el año 1492, en el segundo viaje de Cristóbal Colón. Fueron estos los que trajeron a Venezuela, en tiempos de la colonia, variedad de razas existentes para el momento en la península ibérica; muchos de estos recursos genéticos y sus cruces han permanecido hasta la actualidad (Agrotendencia.tv s/f, párr. 13).

En la mayor parte de Latinoamérica, hasta mediados del siglo XX la producción avícola se limitaba a una actividad meramente familiar, con una producción dirigida fundamentalmente al autoconsumo, con comercialización de algunos excedentes a las familias cercanas y se utilizaban principalmente genotipos criollos (Agrotendencia.tv s/f, párr. 17).

El sector avícola latinoamericano representado en la mayoría de países de la región ha crecido a una velocidad vertiginosa los últimos 50 años, se ha transformado desde una avicultura muy rudimentaria hacia una avicultura altamente tecnificada. La aplicación de técnicas modernas en el manejo, el desarrollo de la genética y la nutrición, ha impulsado el progreso acelerado al que se hace mención (Agrotendencia.tv s/f, párr. 22).

La mejora lograda en el sector ha beneficiado a todos los eslabones del sistema de producción avícola y, lo más importante, ha cumplido con la regla de oro de la producción animal: beneficio social (Agrotendencia.tv s/f, párr. 23).

Beneficios de la avicultura familiar

La avicultura familiar tiene una gran importancia en la seguridad alimentaria de las comunidades. Al criar aves de corral en pequeña escala, las familias pueden garantizar el suministro regular de carne, huevos y otros productos avícolas frescos. Esto permite una dieta equilibrada y nutritiva, especialmente para aquellos que no tienen acceso regular a alimentos de calidad.

También es una práctica sostenible que contribuye a la protección del medio ambiente. Las aves de corral ayudan a controlar las plagas y el desecho orgánico, ya que se alimentan de insectos y desperdicios de cocina. Además, las granjas avícolas pueden utilizar métodos de producción orgánica y reducir el uso de químicos, lo que beneficia tanto al medio ambiente como a la salud humana.

Por último, la avicultura familiar fortalece los lazos comunitarios. Al trabajar juntos en la crianza y cuidado de las aves, las familias desarrollan estrategias de cooperación y apoyo mutuo. Esto fomenta la solidaridad y el sentido de comunidad, fortaleciendo a su vez el tejido social de las comunidades rurales. En resumen, la avicultura familiar es una actividad de gran importancia que beneficia a las comunidades desde diferentes aspectos: alimentación, economía, medio ambiente y comunidad.

Es evidente la gran importancia que esta actividad representa para la sociedad, sin embargo, históricamente ha sido subestimada e incluso visibilizada, tal como lo establece, Guelber (2012)  “la falta de estadísticas oficiales y la escasez de trabajos de investigación concurrieron para esta invisibilidad”(p.1).

Recomendaciones prácticas para la avicultura familiar.

A continuación, te presento algunas recomendaciones para la avicultura familiar:

Proporcionar un alojamiento adecuado: Es fundamental garantizar un espacio limpio y seguro para albergar a las aves de corral. El gallinero debe estar bien ventilado, protegido de las inclemencias del tiempo y contar con áreas separadas para la cría, el descanso y la alimentación. Además, se debe mantener una buena higiene para prevenir enfermedades y asegurar el bienestar de las aves.

Alimentación balanceada: Es importante brindar a las aves una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en proteínas, vitaminas y minerales. Puedes complementar su alimentación con granos, verduras, frutas y restos de cocina, siempre asegurándote de que estén frescos y libres de contaminantes. Además, es recomendable proporcionar acceso a agua limpia y fresca en todo momento.

Salud y cuidados veterinarios: Para mantener la salud de las aves, es necesario establecer un programa de vacunación y desparasitación adecuado. También es importante realizar revisiones periódicas a cargo de un veterinario especializado en avicultura para detectar y tratar cualquier enfermedad o problema de salud de manera oportuna.

Manejo responsable de los desechos: Es esencial implementar prácticas de manejo de desechos adecuadas. Esto implica recoger y desechar los residuos de manera adecuada, evitando la contaminación del suelo y del agua. También se puede optar por compostar los desechos orgánicos para obtener abono natural que beneficie la fertilidad del suelo.

Recuerda que la avicultura debe llevarse a cabo con responsabilidad y compromiso, teniendo en cuenta el bienestar de las aves y el cuidado del medio ambiente. Además, es recomendable capacitarse constantemente, buscar asesoría técnica y compartir experiencias con otros avicultores familiares para mejorar la productividad y garantizar el éxito de la actividad.

Reflexión Final.

En conclusión, la avicultura familiar se presenta como una actividad de gran importancia tanto para la economía familiar como para la alimentación. Desde el punto de vista económico, la cría de aves de corral en casa o en pequeñas granjas representa una fuente de ingresos para las familias, ya sea a través de la venta de huevos, carne o pollitos. Esto contribuye a diversificar las fuentes de ingresos y mejorar la seguridad financiera de los hogares.

Por otro lado, en términos de alimentación, permite acceder a alimentos frescos, sanos y de calidad. Las aves de corral criadas de manera correcta y en condiciones adecuadas proporcionan huevos y carne de excelente valor nutricional, ricos en proteínas y otros nutrientes esenciales. Esto resulta especialmente beneficioso en comunidades rurales donde el acceso a alimentos de calidad puede ser limitado.

Además, la avicultura familiar fomenta la seguridad alimentaria al permitir a las familias producir parte de sus propios alimentos y reducir su dependencia de los mercados externos. Asimismo, al promover la cría de aves de corral de forma responsable y sostenible, se contribuye al cuidado del medio ambiente y a la adopción de prácticas agropecuarias responsables.

La avicultura familiar se muestra como una actividad con múltiples beneficios, aportando no solo a la economía familiar, sino también a la seguridad alimentaria y al bienestar de las comunidades. Su desarrollo y promoción son fundamentales para mejorar la calidad de vida, impulsar el desarrollo rural y lograr sistemas alimentarios más sostenibles.

Referencias Bibliográfica

 

 

 

 

 

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