por: Oswaldo Castillo
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Hace pocos meses atrás se conmemoró el octogésimo aniversario del ataque a la base naval de Pearl Harbor, ubicada en el archipiélago de Hawai. Este ataque perpetrado por los japoneses el 7 de diciembre de 1941, esto desencadenó una conmoción absoluta en los Estados Unidos de Norteamérica, pronunciándose un día después en el congreso, el presidente de esa nación en ese entonces Franklin Delano Rosevelt, en aquellas palabras, conocido como el discurso de la infamia, se hace saber de la entrada de dicho país en el conflicto bélico más grande de la historia conocido hasta nuestros días como lo fue la segunda guerra mundial, se le declara la guerra a Japón y a sus aliados cambiando el rumbo de la guerra, que inicia en Asia con aquella masacre de Nankín, perpetrada por los japoneses al pueblo chino en diciembre de 1937 y del mismo modo en Europa con la invasión a Polonia en septiembre de 1939 por la Alemania de quien fuera su canciller de aquel entonces Adolf Hitler.
Es necesario señalar que este acontecimiento cambió el curso de la guerra posterior al triunfo de los aliados estableciéndose un nuevo orden mundial, y algunos principios del derecho internacional vigentes hoy en día, acompañados por nuevas conceptualizaciones tales como: genocidio, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y holocausto, todo esto creado en los Juicios de Núremberg por parte de los vencedores y adjudicados a los vencidos.
En otro punto de vista, y haciendo un ejercicio de gimnasia cerebral, ¿Qué conocemos como orden mundial? Henry Kissingger escribió un manifiesto acerca del tema, donde evalúa el papel de Estados Unidos y el mundo entero en el curso de la historia, esta perspectiva ayudó a generar una visión de un planeta menos conflictivo.
En la actualidad existen varios conflictos armados y deben se considerados como un desorden mundial, tal es el caso de países como: Yemen, Siria, Camerún, Etiopia, Mozambique, Sahara Occidental-Marruecos, Libia, el eterno conflicto Israel-Palestino y pare de contar. Mientras tanto, concurre un nuevo orden económico internacional, que se caracteriza por la presencia a nivel general de trasnacionales, revolución informática, criptomonedas, poderes económicos y una nueva manera de dirigir la economía global.
Para concluir, los últimos dos elementos del párrafo anterior, nos lleva a hacer un microanálisis de una situación que siempre ha existido, y para ello voy a citar a un general estadounidense que sin duda tuvo una carrera impecable y ha sido opacado por los historiadores norteamericanos a razón de haber tenido una postura crítica de las guerras donde participó su país hasta el fin de sus días en 1940, nos referimos a Smedley Darlington Butler, hablar de este general sin duda es hablar de un súper héroe en su momento, no solo por sus participaciones en distintos conflictos en tres continentes o por sus condecoraciones, es hablar de alguien que afirmó en su libro “La guerra es una estafa”, una denuncia al uso de las fuerzas armadas de estados unidos para que ganaran millones unos pocos en Wall Street.
En este libro, detalla las intervenciones de su país en distintos conflictos latinoamericanos para la ganancia incuantificable de grandes compañías gringas, pasando el costo de la guerra a unos usuarios finales como lo fueron los ciudadanos de esa nación. ¿Actualmente el gobierno de los Estados Unidos busca una guerra para beneficiar a la industria armamentista de su país? ¿entonces en el contexto presente quien es el infame?
Pongamos la mirada en Ucrania, Gracias a Dios, hasta la redacción de estas líneas no ha explotado un posible conflicto mundial, pero ya van más de 14.000 muertes desde el año 2014, definitivamente como dijo William Sherman: “La guerra es un infierno”.
Referencias
Butler Smedley (2021). La guerra es una estafa. Desvelo Ediciones.
Javier Dale (2016). Pearl Harbor: Así fue el ataque que cambiaría el mundo. https://www.lavanguardia.com/internacional/20161207/412346380849/pearl-harbor.html