Por: Óscar Fernández Galíndez – Venezuela / Correo: osfernandezve@gmail.com
Para iniciar mi reflexión es importante acotar que el término líder se refiere a un tipo particular de persona que es capaz de conducir y/u orientar procesos, todo ello, asociado a la toma de decisiones. En esta dirección, el líder puede ser positivo o negativo, individual o múltiple, temporal o permanente, eficiente o ineficiente, lógico o irracional, formado académicamente o autodidacta, etc.
El líder que trabajaremos hoy, es conocido también como líder natural, y dichos líderes a veces ni siquiera saben de forma consciente que lo son. Puede ocurrir por ejemplo la siguiente situación, están reunidas un grupo de personas y ocurre una eventualidad, un desastre natural, por ejemplo, y entre esas personas emerge alguien que comienza a tomar decisiones coherentes para todos. No es designado como líder por nadie. sin embargo, comienza a tomar decisiones de liderazgo, y es aceptado por el grupo.
Ese liderazgo también puede ser compartido y puede haber más de una persona que tomen decisiones coherentes y beneficiosas para el grupo. No obstante, ese líder o grupo de líderes no se ve a sí mismo como tal ya que el mismo cree o siente que cualquiera en su lugar habría he hecho lo mismo.
Este tipo de líder cuando asume un proyecto, por lo general no tiene una idea clara de cómo lo va a llevar a cabo, pero es capaz de identificar a cada una de las personas que sí podrían hacerlo por él y además es capaz de hacer que armonicen y cooperen entre ellos. Ante un determinado proyecto o reto, no es suficiente saber qué hacer o cómo hacerlo, también es muy importante saber tejer las relaciones humanas necesarias y suficientes para que dicho proyecto cobre vida.
Hay que saber colocar cada pieza en su lugar. Aquí el líder es un tejedor o un armador de rompecabezas y posee el don o visión de percibir más allá de lo que cada uno por separado es capaz de captar.
Como ya dije arriba, este líder también es limitado, pues tampoco puede hacer por sí sólo dicho proyecto. La única ventaja que posee este, es que tiene claridad de dicha limitación, los demás no poseen esa visión de totalidad. Cuando observamos un deporte colectivo, siempre hay individualidades que se destacan, pero, por lo general es la sumatoria de lo que todos hacen, lo que determina el triunfo o la derrota.
Así mismo ocurre cuando un líder intuitivo en la ciencia asume su papel, él sólo puede orientar, sugerir, pero será la disposición de cada quién lo que determinará el resultado final. Para que un proyecto sea exitoso se requieren muchos factores, las personas que están muy vinculados a la ciencia y la tecnología por lo general son tímidos y reservados, por otra parte, el líder suele ser más extrovertido, por ello casi siempre se convierte en el vocero o representante de los anteriores.
En medio de todo esto, pueden surgir todo tipo de conflictos y si el tema económico está de por medio mucho más. El líder puede valerse de ciertos recursos para manipular y/o engañar y también puede actuar de buena fe. El ego siempre determinará el sentido de lo alcanzado, incluso puede que el proyecto se concluya satisfactoriamente, pero los miembros del equipo no queden conformes. El líder intuitivo también es capaz de regular tensiones en medio de los distintos tipos de personalidades que participan en el proyecto.
En resumen, el líder intuitivo en la ciencia es un visionario, un cazatalentos, un regulador de emociones y un estratega a la hora de llevar a cabo uno o varios proyectos.
¿Te consideras un líder intuitivo?