Por: Diego Munguía – México, Nezahualcóyotl / Correo: dulcandymunguia@gmail.com

Una de las historias que se habla mucho y se pone sobre la mesa cuando se trata de distopias, es sin duda Fahrenheit 451. Una novela corta vinculada a un mundo sin imaginación y donde leer está prohibido, dicha novela ha aterrorizado y asombrado a muchos por varias décadas. Pero, no vengo hablar sobre esa gran obra de la ciencia ficción. Si no, de su creador.

Conociendo a Ray Bradbury.

El señor Bradbury, de nombre completo Raymond Douglas Bradbury,  fue un escritor estadounidense especializado en la ciencia ficción, fantasía, misterio y terror. Muchas de sus obras han “sonado” en varios lados. Entre ellas: la feria de las tinieblas, su colección de relatos el nombre ilustrado, el vino del estío (que a opinión personal, me gusta más su título original y como suena al traducirlo “vino de diente de león”) zen en el arte de escribir,  y  claro,  sus dos obras que lo hicieron sumamente conocido y famoso, me refiero a Crónicas Marcianas (una colección de relatos que tienen que ver uno con el otro y es confundido por una novela) y la ya antes dicha Fahrenheit 451.

Su estilo tan imaginativo y en muchas ocasiones poético, ha llegado a maravillar a todo el mundo,  no solo en su país de origen. Es uno de los autores que más ha marcado generaciones de escritores y directores. Incluyéndome. Su obra te envuelve en un aura de cariño y de imaginación infantil que te hace volverte a sonreír y maravillarte con lo que cuenta. Aunque no debo mentir, también en sus obras más serias nos ha hecho temerosos y precavidos  respecto a por donde los protagonistas andan.

Este hombre, como  H. P. Lovecraft y Stephen King, tienen un universo literario que muchas veces  coinciden con la ciudad/pueblo característico en sus relatos. Lovecraft tiene la ciudad de Arkham, Stephen King nos habla de  Castle Rock y nuestro querido Tío Ray tiene la mítica Green Town. Donde  han sucedido sus historias más clásicas. Me refiero nada más y nada menos que al “vino del estío”, “la feria de las tinieblas”, “el verano de la despedida” y la colección de relatos que nunca llegó a español, “summer morning, summer night” que al traducirlo sería algo así como “verano día, verano noche”.

¡Ah sí! decir de sus obras cortas. Sus mismísimos relatos que todo mundo conoce, donde demuestra su fantasía a no más poder. Debo resaltar que el señor Bradbury no se consideraba un autor de ciencia ficción, si no de fantasía, y que su única historia de ciencia ficción fue Fahrenheit 451,  aunque  existen varias obras que tocan ese género. Tal cual podría mencionar la bruja de abril, que después estaría relacionada a la novela: “de las cenizas volverás”, “la sirena de niebla”, “la maquina voladora”, “la mujer tatuada” o incluso el “pequeño asesino”.

No podría acabar de mencionar toda su riqueza literaria, esta no se limitaba limitaba a cuentos, relatos y novelas, si no, a libros de no ficción, como sería, Zen, en el arte de escribir,  guiones de cine y televisión, como  el guión  adaptado de la novela de Moby Dick y para la serie antológica de Alfred Hitchcock.

Crítica literaria.

Aunque es verdad que tiene sus fallos, debido a que muchas  de sus obras, la esencia que en un principio pude haber dicho que es su fuerte a veces empalaga, o debido a su ficción muy corta deja deseos de más. No digo que sea malo, pero si es un error que, desde mi opinión tenía el autor. Incluso los temas que le gustaba mucho repetir  serían: el vino, el verano, la religión, los peligros de la tecnología, pueblos pequeños, la muerte y muchos más.

No mentiré que hubo una temporada que no leí otra cosa que a Ray Bradbury, conocí su faceta de misterio y obra negra, su fantasía, ciencia ficción y su terror. Que a decir verdad era más fantasía oscura que otra cosa. Pero su obra ínsita a leerla sin parar y saber más sobre sus coloridos y carismáticos personajes; lo que pensaba de la vida, sobre el arte, la tecnología y como era vivir en un pueblito pequeño, esto,  reflejado mucho en la saga de Green town ya antes dicha.

Tampoco sin dejar de lado todo lo que este autor provocó, e incluso hasta predijo los enormes avances en la tecnología. Podríamos  decir que gracias a él  mucha gente quiso explorar el espacio exterior, ser artistas, y sobre todo escritores.

Una cosa que amo del señor Bradbury es que nunca se limitaba a nada,  y siempre encontraba una manera de poderte sacar una sonrisa.  Sentirte un niño de nuevo.

Mi tributo a Ray Bradbury.

Para ir concluyendo, me gustaría dejar una pequeña historia de mi autoría, en honor a Ray Bradbury. Espero sea de su gusto y como siempre después de esta, dejaré una lista personal de sus historias que recomiendo y son de mis favoritas.

 

Hitoria “El reloj de mi abuelo”.

Hace ya un año que mi querido abuelo Robert falleció por causas naturales. Su pérdida todavía duele en toda mi familia, sobre todo a mí que lo consideraba un gran amigo y un segundo padre. Él siempre me atendía  cuando me caía de la bicicleta y raspaba, me curaba la herida con agua oxigenada y una bendita. Cada verano, hacíamos una bebida especial que él le encantaba mucho hecha de hierbas y el ingrediente principal. El diente de león, y así se llamaba, vino diente de león. Esa bebida sabia a la felicidad y el verano que una vez fue ayer. Ahora solo está la tristeza y el dulce aroma que una vez fue.

Mi abuelo me heredó su enorme y pesado reloj de madera, curiosamente se llama así,  “reloj del abuelo” con enormes péndulos que se mueven lentamente y cuando indican una hora hace retumbar toda la casa.

Pero el retumbo fue mayor cuando mi abuelo me vino a visitar. No me refiero a un muerto viviente, si no, su espíritu. Era casi una copia exacta de él, usaba la pijama de color canela que tanto amaba. Indicando que el murió mientras dormía, mejor manera de morir no existe.

  • Hola hijo, te extraño mucho- dijo mi abuelo- cuando yo baje a detener el reloj. Aún me dolía la pérdída.
  • ¿Cómo es que estabas vivo?
  • No estoy vivo –sonrió mostrando sus dientes amarillos y brillantes que eran interrumpidos por su bigote como de cepillo – al menos no como crees que debo estarlo. Vivo aún dentro de tí, tu recuerdo de mi incluso está consiente y así puedo venir cuando el reloj indique cuando partí.

Lo observé, eran las 5:55 am, a esa hora murió. Pero lo encontramos a las 7 de la mañana frío y con los ojos cerrados.

  • Oh abuelo… ¡te extraño tanto!
  • Yo igual hijo, pero sabes que esto es temporal. Solo estaré unos instantes, aunque vendré cada vez que mi viejo reloj  indique la hora ya dicha. Si aún me quieres y  me amas vendré.
  • Nunca te podría olvidar abuelo – empezaron a salir lágrimas de mis ojos ya tristes.
  • Y por favor, no dejes que nadie altere mi receta del vino y que solo sea consumida en verano.

Reí, era el mismo viejo de siempre que seguía al pie de la letra las costumbres y seguía las reglas. Lo amaba, claro que juré que nunca permitiría que alterara su receta de vino y que fuera echa y bebida exclusivamente en verano.

Aunque pasa el tiempo su imagen  es más transparente, no es que ya no lo recuerdo o extraño, pero  ya se notaba cansado. Su mirada se veía más perdida y le costaba más hablar. Es por eso que  detuve el reloj para que nunca más indique la hora, está en la sala como recuerdo a su memoria. Pero ya no quiero ver a mi abuelo en una condición tan horrible.

Es mejor dejarlo partir. Lo recordaré bebiendo vino de diente de león cuando ande en bicicleta, e incluso, cuando deje crecer mi bigote. Cada verano es menos dulce, pero es más hermoso por el recuerdo de mi abuelo y su viejo reloj.

Relatos.

  1. La máquina voladora (se encuentra en la colección, las doradas manzanas del sol).
  2. Tiranosaurio Rex (se encuentra en las maquinarias de la alegría).
  3. Crisálida (se encuentra en cuentos del futuro/ R is for Rocket).
  4. El maravilloso traje de helado de crema (se encuentra en remedio para melancólicos).
  5. La mañana verde (se encuentra en crónicas marcianas).

Novelas cortas y no ficción.

  1. La feria de las tinieblas.
  2. El árbol de las brujas.
  3. Leviatán 99.
  4. Zen en el arte de escribir.
  5. De las cenizas volverás.

Espero leer sus opiniones y los invito a visitar mi red social Instagram @mor_ia55, nos vemos en mi próximo blog. Igualmente, me puedes seguir mi canal de YouTube moría 55 donde tengo un video hablando sobre 13 curiosidades curiosescas de este gran autor por si te quedaste con ganas de más. No olvide suscribirte.

 

 

Fuentes.

Fotos de pixabay.com

Diego Munguía

Diego Munguía

un mexicano que sueña con escribir novelas, cuentos y relatos de terror. ahora trabajo de bloguero para petroglifos.
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