Por Óscar Fernández Galindez

osfernandezve@gmail.com

Alguna vez alguien me dijo que si quería hacer dinero, debía dedicarme seriamente a hacer dinero. Desde el punto de vista de la intuición, está expresión tiene mucho de cierto, y es que la intuición llega cuando persistentemente la estimulamos a través de nuestros pensamientos y emociones.

El juego de la negociación si bien persigue como fin último, hacer dinero, hacer negocios implica arriesgarse y tomar decisiones oportunas. En la mayoría de los casos esas decisiones deben ser tomadas con muy poca información.

Cuando somos capaces de tomar decisiones apropiadas con poca información y poco tiempo, estamos actuando bajo la intuición. La intuición nunca se equivoca, los que nos equivocamos somos nosotros.

Todos somos intuitivos de una u otra forma, pero unos lo somos más que otros y también hay quienes son intuitivos para algunas cosas y para otras no. Esto puede sonar contradictorio, pues una persona puede ser intuitiva para hacer negocios pero no para escoger pareja.

Esto es así porque cuando entrenamos la intuición centramos nuestra atención en el logro de los objetivos, y descuidamos otros aspectos también importantes de nuestra vida.En términos generales, deberíamos ser intuitivos para todo, sin embargo los seres humanos venimos al mundo con algunos bloqueos que debemos sanar antes de avanzar.

Antes de desarrollar una intuición alta, debemos entender algunas cosas:

1) La intuición es un tipo de percepción, que se manifiesta a través de una sensación física o emocional.

2) La intuición resulta de una conexión que te puede llevar a encontrar algo perdido, o a tomar una decisión, pero esto dependerá de dos cosas, una la calidad de la conexión y de nuestra capacidad interpretativa.

Así como los seres humanos no todos los días amanecemos sintiéndonos igual física y emocionalmente, así será la intuición. Si nos sentimos sanos, fuertes y alegres, nuestra intuición será muy buena, pero si estamos enfermos, preocupados, deprimidos, molestos, con miedo, etc. La intuición no será buena.

Hay dos lecciones aquí importantes:

1) En momentos de crisis no se toman decisiones.

2) Si sientes preocupación, angustia o miedo, no debes decidir. Si sientes alegría y confianza, esa es la decisión.

Cómo nosotros andamos por este mundo a ciegas y desconocemos los cambios que generarán una solución, debemos conectarnos con nuestro yo superior y solicitar la sabiduría necesaria.

Hay empresarios y gobernantes que se hacen rodear de seres más intuitivos que ellos que los ayudan a tomar decisiones. Cómo las intuiciones responden a condiciones de probabilidad, resulta conveniente, consultar a varios intuitivos para así constatar si la percepción que tenemos es la correcta, ya que una decisión importante puede estar mediada por nuestras emociones y pensamientos

En conclusión, si una persona desea hacer mejores negocios puede trabajar internamente para potenciar su intuición, contratar a uno o varios intuitivos para que lo asesoren o ambas.

¿Qué opinas al respecto? Deja tu opinión en la casilla de comentarios, al final de este artículo.

Suscribir
Notificar de
guest

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

0 Comentarios
Más antiguo
El más nuevo Más votados
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios