Por: Óscar Fernández Galíndez – Venezuela / Correo: osfernandezve@gmail.com
- No hay nada mejor para ser libres, que trabajar activamente por la libertad propia y la de los demás.
- La libertad no reside en el pensar sino en el ser.
- Quién es primero y hace después, es libre.
- Quién hace sin ser, es un esclavo, aunque crea que está liberando a otros.
- La magia de la libertad está en el corazón.
- No necesitas mayor voluntad que la de tu corazón para ser libre.
- El que vive al día, sin importarle los escondrijos del ego ni las apariencias, es libre.
- Quién se ve y se siente a diario reflejado en la naturaleza, es libre.
- Quién puede ver la profundidad de la existencia en una gota de rocío, es libre.
- Quién canta cuando quiere cantar, ríe cuando quiere reír, grita, baila y llora cuando así lo siente, es libre.
- No esperes a que otro te diga que eres libre, debes sentirlo tú primero.
- El ser libre decide y no actúa en función de los demás aún cuando al final estos se beneficien.
- El ser libre puede contemplar por horas a un ave volar, y sabe que al hacerlo se está viendo a sí mismo.
- Al correr, volar o simplemente estar quieto y dejar que la brisa te toque, no hay motivo o justificación. Sólo existe el hecho que como tal debe vivirse en el aquí y el ahora. Lo demás no importa.
- La contemplación y el acecho del náhuatl, son sinónimos. El que contempla sabe cuándo es el momento de actuar.
- Si estás aquí, es porque eres libre, si eres libre es porque estás aquí.
- Ser y estar en libertad, son exactamente lo mismo, da igual si vienes o vas.
- La libertad no es ni la partida ni la llegada, es el camino.
- El hombre justo no espera nada de nadie, simplemente es. Y eso lo hace libre.
- El ser libre, no pretende que lo entiendan ni busca comprender a nadie.
- Existe en todos nosotros un impulso inicial que nos empuja hacia la necesidad de buscar, el ser libre sabe que ni ese impulso es necesario.
- El ser libre no busca frenar su impulso natural, busca entenderlo. Al entenderlo descubrirá que el movimiento es eterno y que aún no moviéndose, se mueve.
- La libertad es música, al entender el ritmo íntimo de tu propio movimiento, eres libre.
- El ritmo de la libertad, es el ritmo de tu propio corazón, y éste a la vez define tú movimiento.
- El latido de tu corazón, es también el latido del planeta y del cosmos, al encontrar tú propia música sabrás que nada estuvo nunca separado y que la unidad habita en ti.
- El ser humano entiende, pero no comprende. La comprensión es una cualidad infinita del espíritu que nos conecta con la totalidad. Es el Eureka de Arquímedes. Es la pieza que le faltaba al rompecabezas.
- Los que comprenden son privilegiados y son pocos en el mundo.
- La libertad es comprensión en su más alta expresión. Esto es lo que hace de un pensador un sabio.