El proceso de mi vida.

Por: Óscar Fernández Galíndez – Venezuela / Correo: osfernandezve@hotmail.com

Luego de haber activado la comunicación consciente en mi corazón a través de una invitación de mi interioridad, se inició un proceso de formación, crecimiento y a la vez de convencimiento.

El trabajo es y siempre ha sido tanto en vigilia como en el campo onírico, así como también los combates contra mi propia oscuridad interna y en contra de la oscuridad presente en la humanidad. Todo esto ocurre y ha ocurrido de forma simultánea. Por ejemplo, mientras aprendía a interpretar los sueños, estaba también combatiendo mis temores internos más ocultos, y además combatiendo la oscuridad del mundo.

Me imagino que dependiendo de la voluntad del ser que nos guía y de los compromisos que traemos grabados en nuestros códigos, cada quién irá evolucionando y asumiendo sus roles.Lo cierto es que he aprendido a comunicarme con todos los seres de la naturaleza y a descubrir que en todo existe consciencia y que desde una bacteria o virus hasta el planeta todo, hay información que aprender si nos conectamos en la frecuencia apropiada.

Mis guías internos me enseñaron que trabajando mi respiración y escuchando a mi corazón, hallaría en su interior todas las respuestas. En el proceso de activación de nuevos circuitos neuronales o despertar de la consciencia, en la misma medida en que iba cumpliendo con tareas en  el plano onírico o en vigilia, cuál vídeo juego, iba ganando vidas que luego activaban en mí, códigos que me permitían mejorar mi percepción del mundo y además activaban procesos de sanación física mental y espiritual. Además de estos, iban y siguen ocurriendo cambios físicos es decir cambios evolutivos.

En una ocasión me explicaron cómo llegamos a cada vida a través de la chispa divina y el cómo la acción consciente de vida en vida, va cultivando al bebé espíritu que luego madura y se convierte en el ser despierto y dispuesto a trabajar en el despertar colectivo de la humanidad.

Está demás decir que todo esto no ha sido fácil, pues el entorno nos ve como seres extraños y nuestros familiares no nos entienden. En mi caso me tocó una esposa e hijos que por un lado lo han ido asimilando favorablemente, incluso mi esposa ya estaba en el camino y sólo me esperaba.

Ese avanzar nos ha colocado a veces a uno adelante y en otras atrás, así como también se han ido incorporando otros seres que hoy día forman parte de un colectivo de cooperación un poco más grande. Todo esto ha ayudado, sin embargo sabemos que el camino es en la mayoría de su recorrido, solitario y voluntario.

El diálogo con mi padre y mi madre ha evolucionado en mi a una integración de ellos que me lleva a la fusión de la voluntad del ser con la voz del corazón. La voluntad del ser, constituye la voz del padre que nos pide que lo sigamos sin cuestionarlo nos guste o no nos guste su decisión en todo momento de la vida, no sólo en situaciones apremiantes sino en todo momento.

Y la voz del corazón es la voz de la intuición. Ambas unidas nos conducen a la vibración máxima del padre libre del ego y de apegos. La voz del padre, la voluntad del ser nos viene del cosmos de la sabiduría universal, de los mundos superiores, de las realidades perfectas. Por otra parte, la voz del corazón, nuestra madre divina, está diseñada para actuar en esta realidad imperfecta y ayudarnos a través de la intuición en la toma de decisiones.

Ambos al fusionarse y armonizarse en una misma entidad, harán que lo superior y lo inferior, que arriba y abajo, que adentro y afuera, configure la totalidad perceptual que requerimos para conducirnos en ésta y otras realidades. En esa fase estoy en este momento trabajando desde mi interior esa fusión amorosa y armónica. Todo esto sin dejar de trabajar por los demás y por mí mismo.

Ese es mi proceso. No tiene porqué ser igual en los demás. Pero por allí voy, todo para cumplir con la voluntad del padre que es servirle en grandes misiones tanto en la realidad paralela como en esta realidad de apariencias.