Por: Óscar Fernández Galíndez – Venezuela / Correo: osfernandezve@gmail.com
La voluntad del ser es una fuerza que nos mueve y nos permite hacer y decir cosas que para la mayoría carecen de sentido. Un ser voluntario o voluntarioso es aquel que ante la adversidad se crece y sale adelante. Ese impulso o terquedad nos guía durante toda la vida, en aquellos seres más despiertos se ve como un ser insistente e irracional.
Sin embargo, la voluntad no es contraria a la razón, pero si la razón contradice el sentido de la vida, la voluntad sobrepasa dicha razón. La voz del corazón y la voluntad del ser van de la mano, la intuición guía nuestros actos y decisiones y la voluntad nos lleva a cumplirlas.
Un ser voluntarioso es un ser persistente, todo nos puede parecer superficial o sin sentido, pero el voluntarioso ve sentido en lo que hace aunque parezca tonto o sin fundamento cuando la voluntad es guiada por el ser y no por el ego. Lo que lo mueve no sólo va para satisfacer su deseo individual de sobre salir, sino que además lleva implícito el deseo de servir a los demás.
Un verdadero acto voluntario debe conducir a un bien mayor y no a la mera satisfacción del ego. Es por ello que sigo insistiendo en la creación del laboratorio de neuroinmunología social, pues este proyecto será de mucha utilidad a la humanidad. Sabemos y entendemos que la mayoría no entiende lo profundo y significativo que representa todo esto.
Pero nuestra voluntad es inquebrantable y no dejaremos de insistir y persistir en la consecuente manifestación de dicha meta aunque nos lleve el resto de la vida. No sé trata de un empeño de un niño capricho es una razón de vida.
Quien desee apoyar este proyecto que es de todos y para todos puede ponerse en contacto conmigo por mi cuenta Instagram @oscarfernandez4416 y comenzar a formar parte activa de los que voluntariosamente, luchamos por su manifestación.