Por: Nina Padme Eufracio Rojas / Departamento de Químico en Fármacos. Centro de Enseñanza Técnica Industrial Plantel Colomos. C. Nueva Escocia 1885, 44630 Guadalajara, Jal. Correo : neufraciorojas@gmail.com / Instagram:@ninapadme

 

El espacio profundo está lleno de misterios que desafían nuestro entendimiento, y uno de los más intrigantes es la materia oscura. Esta sustancia invisible, que constituye aproximadamente el 85% de la masa del universo, no interactúa con la luz ni con las formas tradicionales de la materia, lo que la hace indetectable por medios convencionales. Las interacciones moleculares en el espacio profundo pueden darnos pistas cruciales para desentrañar este enigma cósmico. En este artículo, exploramos cómo las moléculas en el espacio nos permiten estudiar indirectamente la materia oscura y cómo estas interacciones podrían ayudarnos a comprender su naturaleza.

Antes de sumergirnos en las interacciones moleculares, es importante entender lo que es la materia oscura. A diferencia de la materia bariónica (la materia de la que están hechos los planetas, estrellas y nosotros mismos), la materia oscura no emite, absorbe ni refleja luz, por lo que es prácticamente invisible. Su existencia se deduce a partir de sus efectos gravitacionales en la materia visible.

Aquí es donde las moléculas en el espacio profundo entran en juego. Aunque no podemos “ver” la materia oscura, podemos observar cómo influye en las interacciones moleculares en lugares como nubes interestelares (regiones del espacio donde se forman nuevas estrellas) o galaxias distantes. Las distorsiones gravitacionales que provoca la materia oscura alteran el comportamiento de las moléculas en estos ambientes, brindándonos pistas de su presencia.

Figura1. Las fuerzas gravitacionales de la materia oscura alteran las interacciones moleculares en las nubes interestelares, afectando la distribución de moléculas como el hidrógeno (H₂) y el monóxido de carbono (CO). El fenómeno de la lente gravitacional permite observar los cambios en el espectro molecular, revelando la presencia de materia oscura a través de sus efectos gravitacionales.
Figura1. Las fuerzas gravitacionales de la materia oscura alteran las interacciones moleculares en las nubes interestelares, afectando la distribución de moléculas como el hidrógeno (H₂) y el monóxido de carbono (CO). El fenómeno de la lente gravitacional permite observar los cambios en el espectro molecular, revelando la presencia de materia oscura a través de sus efectos gravitacionales.

 

Consideremos el espacio como un vasto laboratorio, donde las moléculas actúan como reactivos en reacciones químicas cuidadosamente orquestadas. Normalmente, estas reacciones siguen principios bien conocidos, ya sea formando compuestos más complejos o interactuando en nubes de gas y polvo. Pero cuando la materia oscura interviene, introduce variables invisibles que alteran las condiciones de estas interacciones, cambiando los resultados de manera impredecible.

Las fuerzas gravitacionales provocadas por la materia oscura pueden alterar el movimiento de los átomos y las reacciones químicas. Por ejemplo, en las nubes moleculares donde nacen las estrellas, las moléculas como el hidrógeno molecular (H₂) y el monóxido de carbono (CO) no se comportan como lo harían normalmente. La materia oscura, a través de su influencia gravitacional, afecta las densidades de estas nubes, cambiando la forma en que las moléculas se agrupan y reaccionan.

Un ejemplo clave de cómo las interacciones moleculares en el espacio profundo pueden revelar la presencia de materia oscura es el fenómeno de la lente gravitacional. Este fenómeno ocurre cuando una gran cantidad de materia (incluida la materia oscura) curva el espacio-tiempo, actuando como una lupa cósmica que distorsiona la luz de los objetos detrás de ella. Cuando la luz de una galaxia distante atraviesa una lente gravitacional, su espectro se altera. Este espectro contiene firmas químicas de moléculas presentes en la galaxia lejana, lo que nos permite estudiar las condiciones en esa región del espacio. Si la materia oscura está presente, las interacciones gravitacionales que provoca pueden alterar la distribución de las moléculas, lo que se refleja en los cambios observados en los espectros moleculares. De esta forma, podemos “ver” las huellas invisibles de la materia oscura a través de las moléculas que nos rodean.

Uno de los principales rastreadores de la materia oscura es el hidrógeno, el elemento más abundante en el universo. A nivel molecular, el hidrógeno en su forma neutra, conocido como hidrógeno atómico (H), emite radiación de microondas a una longitud de onda muy específica (21 cm), lo que lo convierte en una herramienta fundamental para los astrónomos. Las grandes concentraciones de materia oscura afectan la distribución de este hidrógeno, creando vacíos o acumulaciones en las galaxias. Analizando cómo el hidrógeno está distribuido en las regiones del espacio donde creemos que hay materia oscura, podemos obtener un mapa más detallado de su ubicación y propiedades.

El estudio de las moléculas en el espacio no solo nos ayuda a comprender mejor la química cósmica, sino que también nos acerca cada vez más a resolver el misterio de la materia oscura. A medida que los telescopios y las tecnologías de detección avanzan, seremos capaces de observar con mayor detalle cómo las interacciones moleculares en el espacio profundo responden a la influencia de la materia oscura.

El comportamiento inesperado de moléculas como el hidrógeno, el monóxido de carbono y el metano bajo la influencia de la materia oscura podría brindarnos las pistas que necesitamos para finalmente entender su naturaleza. Aunque todavía queda mucho por descubrir, las moléculas están comenzando a revelarnos los secretos de una sustancia que ha permanecido oculta desde el principio de los tiempos.

Que la ciencia siempre los acompañe.-César Aspiros

Referencias

  1. Bertone, G., & Hooper, D. (2018). History of dark matter. Reviews of Modern Physics, 90(4), 045002.
  2. Clowe, D., et al. (2006). A direct empirical proof of the existence of dark matter. The Astrophysical Journal Letters, 648(2), L109-L113.
  3. Draine, B. T. (2011). Physics of the Interstellar and Intergalactic Medium. Princeton University Press.
  4. Planck Collaboration.                  (2016).    Planck   2015    results.   XIII.    Cosmological
  5. parameters. Astronomy & Astrophysics, 594, A13.
  6. Kuhn, J. R. (2013). The detection of dark matter. Annual Review of Nuclear and Particle Science, 63(1), 1-29.

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Nina Padme Eufracio Rojas

Nina Padme Eufracio Rojas

Mujer líder STEM, estudiante sobresaliente de 18 años en el CETI Plantel Colomos como Tecnólogo en Químico Fármacos
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