Por: Juan Alberto Cerda Guzmán
Correo: elpsicodudoso@gmail.com
¿Cuántas veces has visto por internet alguna que otra propaganda de una persona “experta” en coaching y/o marketing digital publicitando sus charlas, cursos, servicios o productos de ventas? ¿Cuántas veces has leído la frase “si estás cansado de no tener dinero, entra aquí”? ¿Cuántas veces has escuchado sobre el top 10 de mejores libros para ganar dinero y alcanzar la anhelada libertad financiera? Pues si eres una internauta que transita diariamente por las RRSS, probablemente que muchas. En el siguiente artículo me propongo exponer de manera breve sobre los grupos coercitivos, su dominancia y ubicuidad territorial en los tiempos actuales, sus mecanismos de acción sistematizada y los riesgos que se corren al estar dentro de uno de ellos.
Los grupos coercitivos son todos aquellos que utilizan técnicas de persuasión y control para atraer a distintos tipos de personas a grupos que comúnmente se rigen por algún mal llamado líder. Lo más probable es que si eres una persona que pertenece a uno de estos grupos, consideres que estoy equivocado en mi aseveración, no obstante, aquello, te invito a que sigas leyendo para que sepas la razón del “por qué”. Ahora bien, ¿Por qué caemos fácilmente en lo que estos nos dicen?
El proselitismo y el reclutamiento activo son los pilares fundamentales para que cualquier tipo de estos grupos (ideológicos, religiosos e inclusos terroristas) acompañado del adoctrinamiento, radicalización, técnicas coercitivas y abuso psicológico, puedan emplearlos con sus víctimas. Muchas de las ciencias sociales se han interesado por este tipo de fenómenos, sus análisis se centraban en estudiar variables estructurales como la opresión, las carencias educativas o incluso la pobreza, sin embargo, notaron que existen variables mucho más complejas asociadas al campo de la psicología, por lo que se debe prestar atención al vínculo entre factores individuales y de grupo.
En la actualidad, este tipo de grupos son considerados un peligro, puesto que están edificados bajo una estructura piramidal la cual consta de las siguientes categorías: simpatizantes, seguidores, activistas y radicales. En España, México y Argentina, los organismos judiciales han prestado interés sobre este asunto, promoviendo la edificación de leyes que contrarresten el impacto nocivo que los grupos coercitivos tienen para con la sociedad, llegando incluso a considerar la cláusula total de estos y de no llevarse a cabo, condenar con cárcel a los líderes, es decir, edificar, presidir o liderar alguno de estos tipos de grupos, en los países nombrados, es considerado un delito y castigado con la privación de libertad, y lo más probable es que esta medida se extienda a la mayoría de los países con la finalidad de proteger a las personas.
La razón del por qué emergen las categorías anteriores, se debe a un proceso de radicalización que tiene por objetivo generar una dicotomía de la realidad, donde solo se aceptan y promueven conductas que el grupo concede como importantes y verdaderas. Por lo tanto, podemos notar claramente que estos grupos crear una necesidad en las personas y estás caen principalmente porque no existe un filtro que favorezca a poner resistencia por medio de a reflexión y el pensamiento crítico. Sigue leyendo, pues te comentaré porque ocurre esto.
Existen 6 componentes esenciales:
- Identificación del potencial a tenor de vulnerabilidad psicológica
- Captación del potencial
- Sometimiento anímico
- Adoctrinamiento ideológico o religioso
- Desinhibición violenta mediante estrategias de legitimación
- Adiestramiento
En estricto rigor, a los grupos coercitivos les interesa que las personas lleguen a estados cognitivos y emocionales determinados; las RRSS y el contacto entre pares dentro de un grupo son fundamentales para comprender la radicalización. La sumisión y el control mental son los indicadores más habituales, seguidos de cualquier tipo de explotación y por último la instalación de la dependencia ansiosa al grupo. El falso sentido de colectividad anula las identidades de las personas. Ahora bien, ¿Cómo es que llegan hacerlo?
Existen muchas técnicas de persuasión coercitiva (generando dependencia para imponer comportamientos), su potencial de acción es proporcional al que uso que se haga de estas con la frecuencia y el grado de intensidad. El día de hoy solo daré algunos aspectos generales de dos:
Reformas del pensamiento (Lifton)
Este autor demostró que no siempre era necesaria la debilitación física o la tortura para conseguir cambios en las personas. El sistema de funcionamiento de esta técnica comienza con una disminución de la propia identidad por medio de confesiones de culpa, reales, imaginarias e incluso distorsionadas por parte de los líderes hacia la persona. Esto se hace con el objetivo de volverlos vulnerables para incorporar nuevos esquemas mentales para la modificación del comportamiento. Una vez que se modifican el comportamiento y doblega la voluntad, se otorgan refuerzos sociales y materiales (premios y/o privilegios). Estimular los sentimientos de culpa en las personas se considera una estrategia esencial para alcanzar cualquier cometido. Por último as situaciones de desestructuración como: crisis religiosa, descontento con la autoridad, el matrimonio, la familia, el afrontamiento de la muerte, los negocios, son aspectos sensibles que favorecen la unión con grupos coercitivos o sectarios.
Las dimensiones de esta técnica son:
- Control del entorno
- Manipulación mística
- Demanda de la pureza
- Culpa y vergüenza
- Culto de confesión
- Ciencia sagrada
- Carga del lenguaje
- La doctrina de la persona
- La dispensa de la existencia
Las seis condiciones de persuasión explotadora organizada o coercitiva de Singer y Lalich
Estos autores mencionaron que existían dos técnicas, las de primera generación y las de segunda generación. Las primeras son aquellos programas de control extremos, comúnmente los que fueron utilizados con prisioneros de guerra en interrogatorios u cualquier otro tipo de represión gubernamental. La fuerza, el confinamiento físico y la nula participación de la víctima son sus pilares para modificar la conducta. Las segundas son más
útiles, ya que se centran en atacar el núcleo de la identidad, la autoestima y la autoimagen. Los reclutadores (líderes) demuestran mucha atención y refuerzos positivos. Su lenguaje es cálido y afectuoso, haciendo que las personas bajen la guardia y de esta manera evalúan sus necesidades, temores, el grado de dependencia potencial y fortalezas. Al igual que el autor anterior, se coincide en que debe existir manipulación emocional y cognitiva, como también el control del ambiente y sus retroalimentaciones.
Las condiciones de esta técnica son:
- Hacer que la persona sea inconsciente del proceso de manipulación
- Controlar ambiente y el tiempo de la persona
- Crear sensación de impotencia, temor y dependencia
- Suprimir conductas antiguas para insertar nuevas
- Utilizar el lenguaje de manera monótona y rítmica
- Suprimir la reflexión y la crítica de la persona
- Establecer sistema lógico cerrado
Me limité tan solo a nombrar las dimensiones y condiciones de ambas técnicas, puesto que profundizar con detalle requeriría escribir dos artículos por separado con un énfasis mucho más riguroso. De todas maneras, en el apartado de referencias les dejaré algunas lecturas para que puedan empaparse aún más de estos temas.
A modo de síntesis, los grupos coercitivos abusan de la labilidad psicológica (cognitiva y afectiva) de las personas, generando necesidades por medio de la sugestión y manipulación, haciendo que estas generen un falso sentido de identidad y se vuelvan dependientes y esclavos del grupo. Pensar está prohibido, pues es una amenaza para los intereses del grupo, pensar es y será el mayor acto de libertad, cuídalo.
Y a ti, ¿Qué te parece? Coméntanos. Puedes contactarme en instagram por mi cuanra @elpsico_dudoso
Referencias
Álvarez, J. L. G., Ibáñez, J., & Muñoz, A. M. (2000). Introducción al estudio de las sectas. Papeles del psicólogo, (76), 51-56.
Cuevas-Barranquero, J. M. (2016). Evaluación de persuasión coercitiva en contextos grupales.
Hernández Prados, M., & Ibáñez Bordallo, D. (2017). La vulnerabilidad de los adolescentes ante las sectas: propuestas educativas. Educación, 26(50), 145-161.