Petroglifos. Revista Crítica Transdisciplinar 2(2):15-21 julio-diciembre 2019
ISSN: 2610-8186
https://petroglifosrevistacritica.org.ve/
Ensayo

CORRIENTES EPISTEMOLÓGICAS, EDUCACIÓN Y PENSAMIENTO CRÍTICO

EPISTEMOLOGICAL CURRENTS, EDUCATION AND CRITIC THINKING
Aurora M. Palmett Urzola*1
Ludy Martínez2
1Docente Universidad Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora (UNELLEZ)-Vicerrectorado de Planificación y Desarrollo Social (VPDS), Municipalizada El Piñal, calle principal, Municipio Fernández Feo, Código Postal 5032. El Piñal, Venezuela.
2Universidad Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora (UNELLEZ) - Santa Bárbara de Barinas, Venezuela
*Correo electrónico: aurorapalmett@gmail.com
Recibido: 25/10/2019 Aceptado: 13/11/2019 Publicado:
RESUMEN

Uno de los grandes retos que actualmente enfrenta la educación es la de preparar estudiantes que sepan pensar adecuadamente, es decir, que desarrollen, entre otros, un pensamiento crítico. Existe una enorme dificultad no solo en los estudiantes, sino también en muchos docentes, primero para plantear situaciones que preparen para la vida y que no lleven a un aprendizaje memorístico y, segundo, para abandonar sus estilos dependientes que les impide adoptar diferentes posiciones de acuerdo a las demandas de la tarea y la situación para resolver problemas. La sociedad en su conjunto, a su vez, demanda que la educación no solo sea un compendio de materias independientes, sino un conjunto de conocimientos que enseñen a pensar y que conecten con los aspectos de la vida desarrollando habilidades que permitan argumentar, indagar y criticar razonadamente. Es por esto que, el análisis epistemológico debe enfrentar esta crisis como un desafío y una nueva forma de dirigir el aprendizaje sobre la manera tradicional, lograr cambios significativos en los estudiantes, su manera de pensar y de adquirir conocimientos, es decir, hacer una transición a producir nuevos conocimientos y sabiduría para la vida.

Palabras clave: aprendizaje, conocimientos, habilidades, pensamiento crítico
ABSTRACT

One of the great challenges currently facing education is to prepare students who know how to think properly, that is, to develop, among others, critical thinking. There is an enormous difficulty not only in students, but also in many teachers, first to raise situations that prepare for life and that do not lead to a memorial learning and, second, to abandon their dependent styles that prevent them from adopting different positions of agreement to the demands of the task and the situation to solve problems. Society as a whole, in turn, demands that education not only be a compendium of independent subjects, but a set of knowledge that teach to think and that connect with aspects of life by developing skills that allow argumentation, inquiry and criticism reasonably That is why, epistemological analysis must face this crisis as a challenge and a new way of directing learning in the traditional way, achieving significant changes in students, their way of thinking and acquiring knowledge, that is, making a transition. to produce new knowledge and wisdom for life.

Key words: critical thinking, knowledge, learning, skills

Es indudable que conocer acerca de algo, manifestar el conocimiento nos proporciona cierta seguridad y nos hace sentir plenos y satisfechos consigo mismos. En la medida en que se favorezca la reflexión, la crítica y la construcción del conocimiento; El ser humano se acerca más a los procesos que integran el saber en la educación, cómo producimos y construimos resulta ser el camino idóneo para comprender este fenómeno.

En este sentido, se trata de abrir el compás a nuevas posibilidades que brinda el conocimiento para acceder a la realidad debido a que no pueden cerrarse solo a la comprensión de la vida social, sino de diversas formas de producir pensamientos, por esta razón aprender a pensar es una de las tareas más importantes y difíciles de lograr en la enseñanza, puesto que supone una serie de procesos, que van más de allá de la memorización de datos y adquisición superficial de la información. La sociedad ha evolucionado y con ella se han dado cambios en los aspectos que se relacionan con el conocimiento, la formación de ciudadanos con valores morales y éticos (axiología) contribuyendo al repensar y, por ende, al comportamiento de la sociedad, ante múltiples factores que han censurado el comportamiento de los individuos llevándolos a un declive.

Por tal motivo, la epistemología es una disciplina filosófica que trata precisamente de llevarnos a la génesis del proceso de obtención del conocimiento para que descubra su relación con la ciencia y la educación tal como lo expresa Zamudio (2012) cuando alega que el “ser humano debe reflexionar, analizar como construye y se apodera del conocimiento, ya que la epistemología es una forma de racionalidad, una forma de pensar y un camino para generar conocimiento”. (p.15).

En otras palabras, la epistemología debe ser un acercamiento abstracto de la realidad, la experiencia y la necesidad que tiene el ser humano por acercarse al conocimiento. Asimismo, es importante resaltar que, en el mundo entero existe una diversidad de pensamientos y por ende de actuaciones que no pueden ser acaparadas, no solo por un campo teórico, sino que debe adecuarse a la pluralidad de conocimientos que se generan, tal como lo expuso Freire (citado por Gómez y Martínez) en su teoría de la pedagogía liberadora, al concebir que:

El pensamiento no puede estar alineado ni oprimido de su sociedad, debe ser dinámico que no separe la teoría de la praxis cotidiana, sino que permita en forma dialéctica, confrontar los razonamientos y argumentos para crear nuevos conocimientos, poniendo la práctica como herramienta para que desarrolle el conocimiento y se aprendan nuevas estructuras. (p12.)

En pocas palabras, el individuo es un ser autónomo, que reconoce el mundo que lo rodea y asume ser parte de él, puesto que el conocimiento no puede ser reducido; Es decir, darle al estudiante la libertad de elegir, de expresarse, tomar decisiones, tomar el control sobre su propio aprendizaje, elegir qué y cómo aprender, transformar al estudiante en aprendiz independiente, que no depende de estructuras formales, si no con habilidades que les permita adaptarse fácilmente a los cambios que se van produciendo. Es así, como el pensamiento debe llevar consigo una serie de aspectos científicos para comprender o explicar fenómenos naturales, culturales y sociales del individuo, que permita confrontarlos consigo mismos y con sus semejantes entendiendo los adelantos científicos, la modernización de los procesos que en ocasiones el sujeto se niega a aceptar.

Esto indica que, el pensar fortalece la enseñanza,  tal como lo afirma Morín (2000), cuando explica que “el repensar considera retomar la enseñanza y se reforma el pensamiento” (p.19). Es decir, los docentes debemos promover la reflexión sobre el saber, lo cual contribuye a la integración del conocimiento, generando desafíos que no se pueden ignorar ya que la sociedad se mantiene en constante lucha por el despertar de la conciencia y la construcción del conocimiento más práctico.

En la actualidad se requiere modelos educativos más centrados en el contexto, en las necesidades de los estudiantes, en el reconocimiento de lo que sucede en el mundo a escala global, local y de gestión que otorguen mayor autonomía a los gerentes educativos. Uno de los cambios fundamentales debe ser el convencimiento de que la responsabilidad del proceso educativo será compartida por el Estado, la familia y la sociedad bajo unas nuevas formas de relación. Es importante hacer mención a Jaramillo (2003) quien afirma que:

La epistemología debe llevar consigo un pensamiento crítico del conocimiento en confrontación consigo mismo, debe ser una epistemología proliferante movida por el viento”, es decir reacciona frente aquellos adelantos científicos que el sujeto se niega aceptar ciegamente sin ningún juicio. (p.2)

Es por esta razón que, el conocimiento científico no solo debe ser visto como una interpretación de las experiencias sino también como el conjunto de soluciones a un problema de investigación, dicha solución debe responder a todas las necesidades y a su vez se debe examinar si esos conocimientos llevan a algún beneficio haciendo una transición a producir sabiduría para la vida. Por lo tanto, la epistemología y la educación, poseen una interrelación estrecha, porque es importante que el estudiante maneje los contenidos epistemológicos de manera análoga, que les permita contar con algún tipo de recurso que sea próximo a las necesidades de las prácticas de investigación del campo educativo, del conocimiento y de los métodos apropiados en la enseñanza.

Con respecto a lo anterior, la educación Venezolana ha emprendido cambios en su proceso educativo, motivado a la exigencia de planificación del Ministerio de Educación en sus políticas educativas, teniendo como base el diseño curricular, ya que el mismo contiene ciertas normas que debe seguir el docente para organizar su plan de trabajo como son: estrategias y forma de evaluar. Para lograr estos cambios se hace necesaria la capacidad reflexiva del gerente de aula, sobre la manera tradicional de dirigir el aprendizaje. En este sentido, Aldana (2001) se afirma que “La situación actual de la educación exige replanteamientos epistemológicos” (p.24). Es por ello que, el docente como formador activo y agente de cambio, debe considerar en su praxis educativa, agudizar su visión sobre cómo enseñar y procurar que el estudiante llegue a adquirir una autonomía intelectual.

Es importante destacar, lo propuesto por Morín (2000) en cuanto a: “La educación debería comprender la enseñanza de las incertidumbres, se tendría que enseñar principios de estrategias que permitan afrontar los riesgos, lo inesperado, lo incierto y modificar su desarrollo en virtud de las informaciones adquiridas en el camino”. (p.20).

La afirmación anterior, exige a los docentes y estudiantes a repensar no más pozos de ciencia, sino por el contrario propiciar en los estudiantes a tomar sus propias decisiones para orientar su proceso educativo, considerando el pensamiento crítico y reflexivo sobre la realidad en que vive. Es por esto que, la falta de formación del pensamiento crítico conlleva a formar profesionales con poco aporte personal para generar un nuevo conocimiento, además  formar el pensamiento crítico en una persona por medio de la educación, requiere de una planificación, que debe evidenciarse en el pensum académico que forme al estudiante en la adquisición de esta competencia, es decir, romper el paradigma establecido caracterizado por una educación memorística que convierte al estudiante en repetidor de conocimientos.

En este sentido, Espíndola, (2005), indica que: “Una persona crítica nunca es en primer término, indiferente a la información que recibe, su mente está activa al leer o escuchar algo tiene una respuesta mental y es responsable intelectual de lo que aprende” (p.2). La afirmación apoya que, fomentar el hábito de lectura en el estudiante debe incentivar la curiosidad y puede convertirse en el canal idóneo para la formación del pensamiento crítico y el desarrollo del mismo; quien practicaría una creación integrada de ejercicios mentales por medio de algunas herramientas del campo literario. Leer desarrolla la creatividad, la imaginación y sensibilidad, esta lectura debe ser crítica, procurando analizar, reflexionar y comprender el contenido asociando y sacando sus propias conclusiones.

Desde esta óptica, la educación es el proceso que debe proporcionar al estudiante las herramientas apropiadas para que configure su propia información. Sin embargo, este último proceso de configurar la información, compromete al estudiante  a que conozca, analice, comprenda, interprete, enlace los conocimientos previos, sus experiencias y la nueva información, aportando a la misma el juicio crítico, como lo aportó Vygotsky (1995) “El pensamiento dirigido es social. A medida que se desarrolla se ve influido cada vez más por las leyes de la experiencia y la lógica propiamente dicha”. (p.33).

En el sistema educativo actual, este proceso de conocer, analizar, cuestionar e interpretar no se aplica, se evita o se reprime, Ya que se imparte una educación memorística que anula las habilidades cognitivas en el estudiante, por lo tanto la responsabilidad de formar facultades mentales y pensamiento crítico recae directamente en las aulas universitarias, el estudiante debe tener la capacidad de emitir juicios, analizar, evaluar y razonar en la solución de problemas. Actualmente, los estudiantes se han dedicado, porque así los ha formado el sistema educativo, a repetir ideas ajenas, que no cuestionan, solo repiten memorísticamente para el momento de una prueba escrita y que olvidan al terminar la prueba, lo cual contribuye al conformismo, aminorar la capacidad de pensar y de expresar ideas.

Por lo tanto, la educación ha sido considerada universalmente como una prioridad para el desarrollo de los pueblos, es por ello que, cada país ha organizado su propio sistema educativo sobre la base de sus características, necesidades e intereses. Del mismo modo, cada uno de estos sistemas diseña sus normas con el objetivo fundamental de preparar a los hombres y mujeres del futuro para desenvolverse inteligentemente en la sociedad donde les corresponderá vivir. Una sociedad que seguramente estará caracterizada por cambios acelerados en lo económico, tecnológico y social, cuyo alcance resulta difícil de vislumbrar en el presente

En el caso concreto de las Universidades Venezolanas, según Altuve (2010), afirma que:

En el año 2005 la Universidad Simón Bolívar estableció el premio al pensamiento crítico, por su parte en la Universidad Central de Venezuela, algunas asignaturas han desarrollado su programa basándose en el desarrollo del pensamiento crítico, tal como es el caso de las propuestas teórico-metodológicas para el uso creativo de la televisión. Asimismo, la Universidad del Zulia también está transitando este camino, implementando algunas ideas para la transformación que este cambio de paradigma implica. De igual forma, la Universidad de los Andes no contempla esta dimensión educativa en su acervo académico, salvo en pocas publicaciones donde se manifiesta la idea de incluir el pensamiento crítico y, posiblemente, la aplicación del mismo en algunas asignaturas aisladas. No obstante, considerando las ideas que se exponen a continuación, es posible su inserción tras una exigencia más rigurosa en los pensum de estudios. (p.15)

De acuerdo a lo anterior, se evidencia que muy pocas universidades Venezolanas han implementado en sus pensum académicos la idea de incluir el pensamiento crítico a sus clases, por ello,  la ruta para mejorar el desarrollo del pensamiento de los estudiantes de educación superior, es mediante la capacitación de sus docentes, en el sentido, que si los docentes logran desarrollar su pensamiento y modificar sus prácticas de enseñanza será posible formar estudiantes emprendedores, creativos y críticos. Además, se observa que el estudiante cumple con las actividades casi de manera autómata: verifica con el compañero, con el texto y en ocasiones con el profesor pero su conducta académica no evidencia motivación por los contenidos que estudia, lo único que le interesa es sacar una nota positiva que le permita acumular puntos para pasar y salir de eso.

Por su parte, el docente pareciera que desconoce o ha olvidado las exigencias del sistema educativo actual y no hace esfuerzos para cambiar su estilo de enseñanza, se limita a cubrir un “objetivo” pero con una concepción errónea del mismo, tergiversando así la esencia misma de lo que significa un objetivo instruccional para conducir un proceso educativo, en tanto no es posible saber cómo llegar a un sitio si primero no sabemos hacia dónde queremos ir. De manera que, no podría esperarse que el docente desarrolle el pensamiento crítico del estudiante, si no tiene claridad sobre lo que se quiere lograr con el proceso educativo, y, más específicamente, con las asignaturas que integran el área curricular en el que se desempeña como profesional de la educación.

Ahora bien, se requiere tener claro qué procesos influyen en la formación del pensamiento crítico para que los conocimientos sean tan amplios, que no permitan quedarse orientados en una sola dirección, como fórmula De Sousa (2012) al testificar que “existen nuevas relaciones entre diferentes tipos de conocimiento, que van más allá de las doctrinas que se han impuesto en las Universidades” (p.17). Por lo tanto, la formación del pensamiento crítico es un arte que debe ser el resultado de la educación, la cual es la base para el desarrollo de potencialidades humanas.

La educación Universitaria debe proporcionar una educación con calidad. Calidad representada no en la competitividad sino en la formación del pensamiento, enseñar al estudiante a indagar, a buscar la verdad desde su realidad contextual, para formar personas críticas es indispensable que éstas retomen el protagonismo, actitud que puede motivarse por medio de preguntas que en su respuesta transformen la realidad. Lo importante es llegar a conocer estas habilidades, las apliquen y hagan transferencia de ellas de manera consciente, ya que proporcionarán la experiencia de comprender de manera general cualquier situación o tema.

Asimismo, el estudiante Universitario debe darse cuenta que esta habilidad la utiliza de manera irreflexiva, para que las contextualice. Este proceso implica que adopten ciertas aptitudes que favorecen su desarrollo, apertura mental, disposición a la práctica, curiosidad, indagación e investigación. En relación a este argumento, Ordieres (2010) afirma que: “No basta con recibir información, es necesario cuestionarse acerca de ella” (p.18). Es así como, la conciencia crítica implica profundidad en la interpretación de los problemas, aceptación de lo nuevo y lo viejo en razón de su validez, seriedad en la argumentación. En el planteamiento, la capacidad del ser humano es poder cuestionar todo lo que lo rodea y de buscar las causas y analizar los efectos de todos los fenómenos.

En este sentido, aunque ciertamente la escuela de hoy no puede aportar soluciones a situaciones que todavía son inciertas, si está en la obligación de propiciar herramientas que permitan al individuo superar dificultades y resolver problemas, por ello, existe la necesidad de conocer la práctica del aula donde el docente cumple la tarea de desarrollar el proceso de aprendizaje, con la finalidad de detectar la realidad en el escenario de los acontecimientos.

La dinámica actual constituye una demanda trascendental, dado que permite conocer las debilidades y potenciar las fortalezas con el propósito de encaminar los cambios a que dé lugar la situación diagnosticada. De igual forma, se observa el funcionamiento de los sistemas educativos a nivel mundial como algo complejo, que ha venido innovándose en sus recursos humanos para el crecimiento intelectual de la sociedad, dando lugar a planteamientos significativos sobre la forma de enseñanza y aprendizaje dentro de las organizaciones modernas.

En atención a lo antes expuesto, este planteamiento conduce a determinar la relevancia de prepararse para los cambios educativos, siendo esto responsabilidad fundamental de las personas que se desenvuelven en este ámbito, pero que, en definitiva, implica a toda la sociedad. La actividad educativa proyecta la necesidad de perfeccionar el recurso humano a través de la formación permanente tomando en cuenta las competencias y habilidades a fin de materializar su interés por medio del desarrollo educativo, para desenvolverse en los ámbitos cambiantes de la vida, y dar lugar a planteamientos trascendentales en el sector educativo.

En base a esta consideración, se destaca a la institución educativa como difusora de conocimientos a través del tiempo, donde interactúan personas, grupos sociales y organizaciones, para alcanzar un objetivo, que a su vez permite conocer el comportamiento del hombre como ser social, para poder entender expresiones llenas de contenido y que forman parte del proceso epistemológico de la educación.

De esta manera, la epistemología surge para dar explicación al conocimiento y al significado acerca del saber enfocado en el fundamento del conocimiento científico, ya que la educación permite dar una explicación de la forma como se puede desarrollar las actividades para alcanzar un buen aprendizaje y el fomento de un despliegue de conocimiento, sentando las bases para organizarlo.

Es por ello, que se deben analizar detenidamente todos los contenidos en cada una de las áreas así como en los niveles y modalidades en donde el docente es el que tiene la tarea de manejar la formación académica, cultural y social del estudiante, generando diversos conocimientos, transmitiéndolos de forma productiva en el proceso de enseñanza y aprendizaje.

En este sentido, la epistemología cobra un interés pedagógico ajustándose a una disciplina teórica y metodológica llegando a generar un punto de partida de cómo se visualiza la sociedad, que conlleva a comprender las acciones individuales y colectivas conduciendo a los individuos a actuar en los diversos medios en donde se desenvuelve; tomándose en cuenta como ejes primordiales, la educación, la familia, el medio ambiente; Estos elementos de alto contenido inciden en la construcción del pensamiento y en las conductas asumidas por los individuos dados las situaciones que suelen presentarse, ya sean de carácter positivo o negativo.

Ello enmarca, la exploración y el conocimiento que dan respuesta a las diversas preguntas que suelen hacerse los sujetos en las diferentes etapas de vida y en el día a día, que se guían a través del proceso educativo permitiendo al educando alcanzar un aprendizaje, con el desarrollo de estrategias pedagógicas las cuales se convierten en un aporte significativo para el docente en el mejoramiento de su praxis con la finalidad de lograr los objetivos y hacer frente a los desafíos educativos en donde prevalezca la investigación, el saber científico y así multiplicar los saberes multidisciplinares, analizar las necesidades y dar respuesta a los diversos problemas, tal como lo especifica Azocar (2015) al indicar que: “la epistemología de la educación previa observación permite el análisis en busca de resultados, donde es imprescindible el proceso de investigación para generar saberes sólidos y conocimientos duraderos” (p. 3).

De acuerdo con lo presentado, la epistemología educativa en un medio donde se desencadenan una serie de acontecimientos que han de estar sujetos al currículo, a las disciplinas, a la transmisión del saber, a la formación y preparación del docente, elementos de vital importancia que se conjugan en el hecho pedagógico, el cual va acompañado de un trabajo donde se hace presente el desarrollo de los diversos proyectos, análisis y manejos de los diversos programas, conducción de métodos, técnicas y procedimientos que van optimizando la calidad de la educación. Es el aporte que contribuye a definir el conocimiento, a plantear hipótesis, a establecer explicaciones, manejar reflexiones, es decir, analizar lo critico con lo reflexivo.

En este marco de ideas, se considera pertinente citar a Morín (2001) quien establece que: “el conocimiento forma parte elemental del proceso educativo, auspiciando determinados grados de inteligencia desde lo multidimensional hasta lo complejo, educándose con distinto estilos de aprendizaje” (p.9);

Por ello, se considera que estos aspectos contribuyen con el manejo de las limitaciones, las potencialidades de los educandos y fortaleciendo el conocimiento en el estudiante, allí se conjugan, la ciencia, el conocimiento y los diversos factores que rodean a los individuos formándose las percepciones y creencias hacia las cosas, considerando que las manifestaciones cognitivas se ocupan de los procesos mentales pensamiento e ideas. Es decir, está implícito el conocimiento, opiniones y percepciones que se han formado a través del desarrollo y el crecimiento, las cuales varían de acuerdo al desenvolvimiento de los individuos en el transcurso de su vida.

Por tanto, es imprescindible el refuerzo en el medio educativo donde se puedan seleccionar medios que den resultados acertados y donde se pueda establecer un vínculo estímulo-respuesta. En relación a esto, Abric (2001), considera que “el comportamiento efectivo puede ser interpretado según la naturaleza de la representación expresada por el individuo, donde se reflejan las reglas y los lazos sociales” (p.17).

De esta manera, el individuo podrá actuar y tomar decisiones, tener capacidad para superar frustraciones en las diversas situaciones a las que en su día a día pueda enfrentar con el objetivo fundamental de preparar a los hombres y mujeres del futuro para desenvolverse inteligentemente en la sociedad donde les corresponderá vivir. Una sociedad que seguramente estará caracterizada por cambios acelerados en lo económico, tecnológico y social, cuyo alcance resulta difícil de vislumbrar en el presente.

En conclusión, la epistemología forma parte de la ciencia y ella está inmersa en el acontecer educativo, es la formación, el desarrollo y afianzamiento de saberes que van desafiando la complejidad de lo real y donde el docente es el agente principal de esa construcción educativa.  La educación está ligada a los individuos, a su forma de comportamiento en la sociedad en la que se desenvuelve, para fortalecer el acto educativo en el contexto escolar.

Todo este proceso está enmarcado en el estudio del conocimiento destacando la parte científica, acompañado de reflexiones, críticas, análisis que conllevan a profundizar los métodos a ser utilizados en la praxis y en cuya organización es tomado en cuenta el currículo, la disciplina, el docente, la formación y otros aspectos relevantes que caracterizan el acontecer pedagógico con la posibilidad de validar, concebir todo lo relacionado con lo científico, lo cultural y lo social. Es decir, develar el conocimiento en toda su amplitud donde impera un binomio de importancia el docente y el estudiante, como parte de la labor filosófica de la educación.

De igual forma, se puede decir que, diversos autores a lo largo de la historia han planteado que la persona que desarrolla pensamiento crítico se caracteriza por tener una mente abierta a todo conocimiento, más que resolver problemas es capaz de transformar la realidad, de cuestionar, indagar, buscar la verdad y proponer, reúne y evalúa información, se comunica en forma efectiva, pregunta, basa su juicio en evidencias, busca la verdad, investiga conexiones entre los temas que aprende y otras áreas del saber, intelectualmente es independiente.

Finalmente, valorar la formación del pensamiento crítico en el estudiante representa comprender que esta habilidad cognitiva es un proceso mental que puede desarrollarse durante el proceso de enseñanza y aprendizaje, esto permite reflexionar, aplicar el análisis, el razonamiento, la resolución de problemas, la formación de conceptos, la creación de posturas. El ser humano por naturaleza quiere aprender, posee la capacidad de reflexionar necesita estímulos y el ambiente propicio para formarse. La educación transforma, desarrolla competencias, descubre habilidades es el medio idóneo que debe ofrecer al estudiante una formación holística.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Abric, C. (2001). Prácticas sociales y representaciones. México: Coyoacán.

Altuve, J. (2010). El pensamiento crítico y su inserción en la educación superior. Venezuela: Universidad de los Andes.

Azocar, R. (2015) La Visión Epistemológica de la Educación. Disponible: https://www.aporrea.org.

De Sousa, B. (2012). Introducción: Las epistemologías del Sur. México: Pearson.

Espíndola, J. (2005). Pensamiento crítico. México: Pearson.

Gómez, L. y Martínez, J. (2003) La pedagogía liberadora del brasileño Paulo Freire y el hipertexto. Hispania 86.1. Disponible en: https://www.ensayistas.org/jlgomez/estudios/freire.htm.

Jaramillo, R. (2003) Revista de Epistemología de Ciencias Sociales ISSN 0717-554X [Documento en línea] disponible: https://www2.facso.uchile.cl/publicaciones/moebio/18/htm.

Morín, E. (2000). La cabeza bien puesta. Repensar la reforma – Reformar el pensamiento. Bases para una reforma educativa. Buenos Aires, Ed. Nueva Visión.

Morín, E. (2001). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Unesco. Santillana.

Ordieres, A. (2010). Formación del pensamiento crítico. México: Mc Graw Hill.

Vygotsky, L. (1995). Pensamiento y lenguaje. Buenos Aires: Fausto.

Zamudio G, José G (2012). Epistemología y educación. Red Tercer Milenio.

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