Por: Paola Melgarejo – Chile / Instagram: @LunaPaloma_Escritora

¡Hola a todos! Hoy vamos a hablar de un tema estrechamente vinculado a la trama: los arcos emocionales en los relatos.

¿Te ha pasado que estás leyendo una novela y ya sabes en qué va a terminar? ¿O que la trama es demasiado similar a otra, solo que con personajes distintos? No te preocupes, no eres el único.

Como dije en una cápsula anterior, la trama es una secuencia de eventos que guía al lector desde el inicio hasta el desenlace. Y en ella hay arcos que se repiten siempre.

¿Qué es un arco emocional?

Un arco emocional describe el viaje psicológico y emocional que atraviesa un personaje a lo largo de la narrativa. Se refiere a cómo los eventos de la trama lo afectan internamente, generando transformaciones emocionales profundas. Mientras que la trama es la secuencia de eventos externos, el arco emocional es la respuesta interna de los personajes a esos eventos. Juntos, trama y arco emocional crean historias más complejas y ricas.

Imaginemos que X es nuestro personaje que enfrenta una crisis.

La trama nos cuenta los hechos externos. Ejemplo: Luego de la muerte de su padre, X sufre una traición por parte de su hermano.

El arco emocional nos muestra cómo el personaje se siente y cambia emocionalmente a consecuencia de los hechos. Ejemplo: X, producto de esta traición, pasa por etapas como la tristeza, el resentimiento o la superación.

¿Cómo se relacionan los arcos emocionales con la trama?

Ambos elementos trabajan en conjunto para desarrollar la historia y los personajes.

La trama impulsa el arco emocional: Las decisiones y eventos de la historia desencadenan cambios emocionales en los personajes. Por ejemplo, X es traicionado, lo que lo lleva a ser un hombre lleno de resentimiento.

El arco emocional impulsa la trama: Las emociones de los personajes también influyen en las acciones que toman y, por lo tanto, en el desarrollo de la historia. Como X se siente traicionado, actúa impulsivamente, afectando el curso de los eventos.

Principales arcos emocionales

El escritor Kurt Vonnegut (1922-2007), escritor y humorista estadounidense, sugirió que las historias siguen patrones emocionales recurrentes. Su idea fue validada por un estudio reciente de la Universidad de Vermont, que analizó más de 1,700 libros.

También, John Truby (1946-), guionista estadounidense y teórico de la narración, en su libro The Anatomy of Story: 22 Steps to Becoming a Master Storyteller, analiza la estructura narrativa y presenta estos arcos emocionales como una forma de entender cómo los personajes evolucionan a lo largo de una historia.

Estos estudios determinaron que la mayoría de las historias siguen uno o más de seis arcos emocionales básicos:

Crecimiento sostenido (De la miseria al éxito): Un personaje comienza en una situación de desventaja y logra mejorar significativamente su vida. Ejemplos:

La vida secreta de la escritora de La Casa de Papel, novela escrita por Ángela Fernández (2020). En esta novela, un personaje que proviene de un entorno humilde lucha por salir adelante y finalmente se convierte en una exitosa escritora. A través de su perseverancia y trabajo duro, logra superar sus circunstancias y alcanzar el éxito.

La búsqueda de la felicidad, novela escrita por Chris Gardner (2006). Basada en una historia real, sigue a Chris Gardner, un hombre sin hogar que lucha por criar a su hijo mientras enfrenta la pobreza y la adversidad. A través de su determinación y trabajo arduo, finalmente logra convertirse en un exitoso corredor de bolsa.

Tragedia o caída sostenida (De mal en peor): El personaje comienza mal y las cosas solo empeoran. Ejemplos:

Romeo y Julieta, tragedia escrita por William Shakespeare, y se estima que fue compuesta entre 1595 y 1596. Comienza con una conexión instantánea y un amor profundo que florece rápidamente, lo que podría considerarse un “ascenso”. Sin embargo, las tensiones familiares y la enemistad entre los Montesco y los Capuleto pronto llevan a la pareja a una serie de decisiones trágicas. La culminación de este arco se produce en su trágica muerte, que representa una caída final, resultando en un impacto devastador en sus familias.

Réquiem por un sueño, novela de Hubert Selby Jr. (1978). A lo largo de la historia, cada uno de los personajes persigue sus sueños, pero se encuentran atrapados en un ciclo de desesperación debido a sus dependencias, principalmente a las drogas. La narrativa muestra cómo sus esperanzas y aspiraciones se desmoronan gradualmente, llevando a un final trágico.

Caída y ascenso (Hombre en el agujero): Un personaje enfrenta una crisis, pero encuentra una manera de superarla. Ejemplos:

Los viajes de Gulliver.

The Queen’s Gambit (Gambito de dama), novela escrita por Walter Tevis (1983). Nos muestra a Beth Harmon, una joven prodigio del ajedrez que enfrenta numerosas adversidades, incluyendo la orfandad y la adicción. A pesar de sus problemas personales, logra convertirse en una campeona mundial de ajedrez, mostrando su ascenso desde una vida de dificultades hasta alcanzar el éxito.

Ascenso y caída (Ícaro): El personaje alcanza un éxito significativo, solo para caer en desgracia. Ejemplos:

El Gran Gatsby, novela de F. Scott Fitzgerald (1925). Jay Gatsby pasa de ser un joven humilde a un millonario exitoso, impulsado por su amor por Daisy Buchanan. Sin embargo, su búsqueda del sueño americano culmina en desilusión y tragedia, ya que su riqueza no le permite recuperar su amor ni escapar de su pasado, resultando en su trágica muerte.

Breaking Bad (2008-2013). La serie sigue la transformación de Walter White, un profesor de química que se convierte en un poderoso fabricante de metanfetaminas. Su ascenso a la riqueza y el poder está marcado por decisiones morales cuestionables que eventualmente llevan a su caída y ruina.

Ascenso-caída-ascenso (Cenicienta o Jane Eyre): El personaje sube, luego cae, y finalmente se recupera. Ejemplos:

Mujer en la ventana, de A.J. Finn (2018). La protagonista, Anna Fox, comienza con una vida estable, pero tras sufrir un trauma, se convierte en una reclusa. A lo largo de la historia, enfrenta su caída emocional y finalmente logra reconstruir su vida al resolver el misterio que la rodea.

Harry Potter and the Half-Blood Prince, de J.K. Rowling (2005). En esta entrega de la serie, Harry experimenta un ascenso en sus habilidades y conocimientos, pero sufre pérdidas personales significativas. A pesar de esto, se levanta y continúa su lucha contra Voldemort.

Caída-ascenso-caída (Edipo): Un personaje comienza en una buena posición, cae, se recupera en parte, pero vuelve a caer. Ejemplos:

Edipo Rey. Sófocles, 429 (a.C.) Edipo comienza como un rey respetado, pero su búsqueda de la verdad lo lleva a descubrir que ha matado a su padre y se ha casado con su madre, resultando en su caída. A pesar de esto, intenta redimirse al renunciar a su trono y exiliarse, lo que podría considerarse un ascenso moral. Sin embargo, su destino es inevitable, y su final trágico, marcado por la ceguera y la desesperanza, culmina en una caída definitiva.

El túnel, de Ernesto Sábato (1948). La historia sigue a Juan Pablo Castel, un pintor que se enamora obsesivamente de una mujer llamada María. A lo largo de la novela, Castel experimenta una caída en su vida emocional y social, lo que culmina en un acto violento. Sin embargo, hay momentos en los que parece encontrar una forma de ascender emocionalmente, a medida que reflexiona sobre su vida y sus elecciones, aunque finalmente regresa a la desesperación y la soledad.

¿Es consensual la existencia de solo seis arcos emocionales?

Aunque esta propuesta de seis arcos emocionales ha ganado popularidad, no hay un consenso absoluto. Algunos críticos, como Lincoln Michel (1982-), han expresado dudas sobre este tipo de análisis, argumentando que simplifica demasiado la riqueza de la literatura. Michel es un autor y editor estadounidense que ha escrito sobre literatura contemporánea, cuestionando la reducción de las narrativas complejas a fórmulas simplificadas. Michel cree que, aunque estos estudios son interesantes, no aportan una comprensión profunda de cómo funcionan las historias y sus efectos en los lectores.

Diversidad de arcos emocionales según continente

Me resulta interesante que, según diversos estudios, en distintas partes del mundo existen arcos narrativos más prevalentes que otros. Ejemplos de estos estudios son:

El análisis de la novela moderna en Europa y América por Ian Watt (1917-1999), crítico literario y profesor británico, se presenta en su obra The Rise of the Novel, donde discute cómo las estructuras narrativas se adaptan a las sociedades emergentes.

En América Latina, Ángel Rama (1926-1983), escritor y crítico literario uruguayo, en La ciudad letrada explora cómo los arcos narrativos reflejan las tensiones sociales y políticas, integrando elementos de realismo mágico y narrativa circular que frecuentemente se reflejan en arcos de caída y ascenso.

Chinua Achebe (1930-2013), escritor y académico nigeriano, y Ngũgĩ wa Thiong’o (1938-), escritor y académico keniano, han sido claves en el estudio de la narrativa africana postcolonial, donde el arco de ascenso-caída-ascenso refleja las luchas históricas contra la colonización y la opresión.

Europa:

Tragedia o caída sostenida: En la tradición literaria europea, especialmente en obras clásicas como las de Shakespeare o Sófocles, la tragedia ha sido una estructura dominante. Obras como Hamlet o Edipo Rey son ejemplos de personajes que empiezan en una situación negativa y solo enfrentan más sufrimiento, sin un desenlace positivo.

Ascenso y caída: Europa también es conocida por su fascinación con la caída de personajes poderosos o de gran ambición, como en El Gran Gatsby o Fausto. Este arco refleja la decadencia de los protagonistas que alcanzan el éxito solo para luego perderlo todo.

América Latina:

Caída-ascenso-caída

La literatura latinoamericana, marcada por su realismo mágico y sus fuertes influencias míticas y trágicas, frecuentemente explora arcos en los que los personajes sufren grandes derrotas, se levantan y luego vuelven a caer. Ejemplos de esto son novelas como Cien años de soledad de García Márquez, donde el ciclo de auge y caída es constante.

Tragedia o caída sostenida

También, en América Latina, el sufrimiento y la lucha son temas recurrentes, como se observa en obras como Pedro Páramo de Juan Rulfo, donde los personajes a menudo enfrentan un destino inevitable hacia la tragedia.

América del Norte:

Crecimiento sostenido

El ideal del “sueño americano” es un tema central en la literatura norteamericana, donde los personajes empiezan con pocos recursos y logran el éxito a través del esfuerzo.

Caída y ascenso

En la literatura estadounidense en particular, este arco es popular en historias de superación, donde los personajes enfrentan adversidades y encuentran la forma de salir adelante.

 Asia:

Crecimiento sostenido

En muchas culturas asiáticas, las historias de éxito y superación son fundamentales, con ejemplos como La Odisea de los Diez Mil o el auge de héroes que enfrentan una vida de sufrimiento antes de alcanzar la iluminación o el éxito.

Ascenso-caída-ascenso:

En algunas obras literarias de Asia, como en los mitos y epopeyas hindúes o chinas, se presenta un ciclo de desafíos que parecen insuperables, pero que el héroe logra vencer, volviendo a recuperar su lugar o alcanzar un nivel superior.

África:

Ascenso-caída-ascenso

En las narrativas orales y escritas africanas, este arco emocional es común, donde los personajes enfrentan grandes adversidades (a menudo relacionadas con la colonización o la opresión), pero encuentran redención y fuerza en sus raíces y cultura. Obras como Things Fall Apart de Chinua Achebe reflejan esta estructura de ascenso tras una caída inicial.

Caída y ascenso

Historias de resistencia ante la adversidad, especialmente frente a las dificultades sociales o políticas, también son prevalentes en las literaturas africanas contemporáneas.

Oceanía:

Crecimiento sostenido

En las historias de países como Australia y Nueva Zelanda, donde la lucha por el reconocimiento y la superación personal son temas comunes, este arco es popular. Las narrativas que exploran la vida en el “outback” o la búsqueda de éxito en entornos inhóspitos encajan en este tipo de arco.

Ascenso y caída

La exploración de la naturaleza humana a través del ascenso y la eventual caída del personaje también es un tema relevante en la literatura de Oceanía, donde se enfrentan las consecuencias de la ambición desmedida.

Es importante recordar que, aunque estos arcos emocionales son predominantes en ciertos continentes debido a sus contextos culturales e históricos, no están limitados a estas regiones. La globalización y el intercambio cultural hacen que las historias viajen más allá de sus fronteras geográficas.

Conclusión

Los arcos emocionales son una poderosa herramienta para estructurar el desarrollo emocional de los personajes en relación con la trama. Aunque algunos estudios sugieren que la mayoría de las historias pueden clasificarse en seis arcos básicos, la riqueza de la narrativa reside en cómo estos arcos se combinan y cómo los autores juegan con ellos para sorprender y emocionar a los lectores. Lo importante no es reducir la literatura a una fórmula matemática, sino entender cómo estos arcos emocionales resuenan con los lectores y cómo cada escritor puede mezclarlos o subvertirlos para contar historias únicas.

¿Y a ti, qué arco te llama más la atención? ¿Cuál es tu arco emocional favorito en la literatura? ¿Hay alguna historia que te haya impactado por la forma en que se desarrolló emocionalmente?

Te dejo pensando las respuestas, me despido y nos leemos en la próxima cápsula.

Otras publicaciones de esta sección

 

Suscribir
Notificar de
guest

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

0 Comentarios
Más antiguo
El más nuevo Más votados
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios