Por: Asdrúbal Castillo Fajardo –Venezuela / Instagram: @druby_acf / Correo: castillodruby@gmail.com

Ana Enriqueta Terán nace en la hacienda Santa Helena del pueblo Valera, estado Trujillo el 4 de mayo de 1918,​ y fallece en la ciudad de Valencia estado Carabobo el 18 de diciembre de 2017. Fue una poeta y diplomática venezolana. Sus principales influencias fueron los clásicos españoles, como Góngora y Garcilaso de la Vega, y más tarde la poesía francesa de Rimbaud y Baudelaire. Perteneció a la Generación del 18.

Su formación intelectual comenzó con su madre Rosa Madrid Terán, quien la puso en contacto con los poetas clásicos, se inició con versos de estricta métrica, luego pasó a la poesía libre. Su obra poética trasciende lo meramente métrico, y se constituye en una voz propia seducida por elementos que bordean la nostalgia, el amor, la sensualidad y el paisajismo andino. Realizó carrera diplomática en Uruguay (1946) y Argentina (1950).

Su casa en el pueblo de Jajó, estado Trujillo, donde vivió durante 11 años, actualmente es el centro cultural “Casa de Hablas” justamente en honor a la obra homónima de la sonetista. El centro funciona como museo histórico, dada sus características arquitectónicas coloniales, y el significado que guarda para la población el hecho de que la poetisa la haya tomado como inspiración en varios de sus libros. En uno de sus salones Terán tuvo un taller de alta costura, donde ella misma formó a muchas mujeres de la comunidad en la confección textil. Por su parte, las autoridades municipales de su ciudad natal acordaron bautizar un teatro y una sala de conciertos con el nombre de la poetisa.

Premios

En 1989 le es concedido el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Carabobo y el Premio Nacional de literatura que la consagran como un referente en la literatura venezolana.

De su poesía, declara Juana de Ibarbourou:

Poesía de soledad, del tiempo, de los elementos y la trepidación interior; poesía que va de la fragancia de la infancia, del aroma de las rosas y el jardín, de la flor lejana en el aire leve, hasta las herméticas habitaciones de Dios.

Apenas rosa, apenas tallo leve

de buen vivir, apenas mariposa

por la corriente del samán umbrosa

o por la rosa de tranquila nieve.

 

Jazmín en la cintura por lo breve

y en los ojos comarca silenciosa

y derramado cuervo en la espaciosa

cabellera que el hálito conmueve.

 

Luminosa presencia sustituida

por desatados ámbitos vitales,

ausente al verde oscuro sometida,

 

el frágil pecho de incipiente nieve,

el pie con su pequeña flor lejana

y la sonrisa por el aire leve.

De Presencia terrena (1949)

 

Obras

A los 97 años, la autora seguía escribiendo, de ahí su extensa obra, la cual es referencia en la literatura venezolana e hispanoamericana. Entre ellas se encuentran:

  • Décimas andinas (1938)
  • Al norte de la sangre (1946)
  • Presencia terrena (1949)
  • Verdor secreto (1949)
  • De bosque a bosque (1970)
  • El libro de los oficios (1975)
  • Libro de Jajó (1980-1987)
  • Música con pie de salmo (1985)
  • Casa de hablas (1991)
  • Albatros (1992)
  • Antología poética (2005)
  • Construcciones sobre basamentos de niebla (Monte Ávila Editores, 2006)
  • Piedra de habla (2014) Biblioteca Ayacucho.

Proyecto escritoras olvidadas de América Latina

El objetivo de este proyecto es volver a traer al deba el nombre de grandes escritoras latinoamericanas. De muchas de ellas se ha dejado de hablar y de leer, pero se considera que sus legados son trascendentales, y por ello, este espacio se hace necesario.

Referencias

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